Una de las grandes ironías del mundo contemporáneo es que éste es, fundamentalmente, fruto de los avances en la ciencia y tecnología del último siglo. La vida que llevamos fue forjada por quienes, en los laboratorios, crearon los materiales, chunches y adminículos de uso cotidiano. Y sin embargo, los científicos no son muy populares que digamos. Pregúntele a cualquier ciudadano común y corriente que le nombre cinco, y seguro se queda con cuatro dedos levantados. "¿Científicos? Ah, sí, el greñudo aquel que tocaba el violín, Einstein. Y... Bill Gates. ¿La piratería y el gandallismo no califican como ciencias? Ah, bueno, pues entonces quién sabe". De hecho, el culto público conoce mejor la facha y biografía de actricillas de quinta categoría, que la apariencia o el nombre del científico gracias al cual su hijo está vivo. O del inventor que le ha permitido ganar el triple trabajando la mitad.
A últimas fechas, un físico británico que sufre una grave discapacidad motriz, llamado Stephen Hawking, se volvió un personaje relativamente conocido por las masas. Ello, debido a dos razones: porque su libro de divulgación "Una breve historia del tiempo" se convirtió en un sorpresivo best-seller mundial. Y porque los medios se encargaron de convertirlo en ejemplo de cómo sobreponerse a las adversidades, la discapacidad y la perra suerte. Gracias a su voluntad y esfuerzo, pudo sacarle provecho a su cerebro privilegiado.
Por ello, dado que el científico tiene sus fans, lo que dice Stephen Hawking es tomado muy en serio por mucha gente. Así que a los UFOlogos, buscadores de vida extraterrestre e ingenuos esperanzados en que la salvación de la Humanidad vendrá de Alfa Centauri o por ahí, no les ha de haber gustado nada lo que Hawking dijo en el primero de una serie de programas que conduce para el Discovery Channel.
En la emisión, Hawking aseguró que no le queda duda de que hay vida extraterrestre ahí afuera. Pero no deberíamos buscarla. De hecho, sería mejor que nos hiciéramos locos, y guardar un perfil lo más bajo posible. ¿Por qué? Porque Hawking dice que muy probablemente esos alienígenas alcanzaron su desarrollo tecnológico igual que nosotros: exprimiendo los recursos con que contaban. Y en un descuido, ya se los acabaron. Entonces, sus viajes intergalácticos no serían de simple exploración, sino en busca de otro planeta qué saquear. Por lo tanto, duda que, si llegáramos a hacer contacto con los alienígenas, éstos no se mostrarían muy amistosos que digamos.
Por ello urge agilizar la creación de la Agencia Especial Mexicana. Imagínese que los alienígenas tuvieran que lidiar con ella primero: demoras, papeleo, burocracia, corrupción, ineptitud, políticos tratando de sacar raja, sindicatos bloqueando el trabajo de los hombrecitos verdes... seguro los alienígenas nos dejarían en paz de inmediato... si antes no les han robado el platillo a mano armada.