El conductor modelo
Las prisas y la falta de cultura vial, son las principales causas que provocan accidentes. Ningún conductor se imagina cuando sale en las mañanas, acelerado de su casa para no llegar tarde al trabajo o a entregar a los niños a las puertas del colegio, lo que puede causar por no tomar las precauciones necesarias y todo lo que puede repercutir en su seguridad física y jurídica.
Confiarse en una supuesta pericia, en el buen estado del automóvil y el pensar que no le pasará nada, puede resultar todo lo contrario, en perjuicio de si mismo, de sus seres queridos y de otros.
Si bien no es complicado cumplir con las reglas elementales que marca el Reglamento de Vialidad, lo cierto es que pocos lo hacen. Y contribuye mucho a esta anarquía, cuando no existe la vigilancia vial suficiente para controlar a los “cafres’’ que se cruzan frente a los buenos conductores.
PERO, ¿QUÉ ES UN CONDUCTOR MODELO?
De acuerdo con los Reglamentos Viales en vigor, es aquél que respeta los límites de velocidad en bulevares y avenidas que no debe ser mayor a 60 kilómetros por hora. Es quien tiene consideración de los peatones y les cede el paso, aunque ellos no lo pidan, sólo por respeto.
También ser un buen conductor implica respetar los límites de velocidad en zonas escolares, iglesias, escuelas, hospitales y áreas deportivas de manera que no debe rebasar los 20 kilómetros por hora.
Hay detalles mínimos, pero que son claves para marcar la diferencia. Por ejemplo, encender las direccionales si se va a dar vuelta. Igualmente, respetar las líneas blancas que son “pasos peatonales’’. Los vehículos en general tienen que detenerse y no arrancar aunque el semáforo les marque el siga, hasta que los peatones hayan terminado el cruce definitivo.
LA DISTANCIA MÍNIMA
De acuerdo con reportes de Vialidad Municipal, de 100 accidentes viales, un 70 por ciento son por falta de precaución al conducir, es decir, distraerse o querer “pasarse de vivo’’ saltándose los rojos.
Además, también repercute el no respetar la distancia mínima que debe dejarse entre una unidad automotriz y otra. Es decir, si usted transita por el bulevar Independencia, uno de los más congestionados de la ciudad, qué le garantiza que el conductor de adelante no vaya a frenar intempestivamente.
Tampoco tiene la certeza de que no se le vaya a atravesar un grupo de universitarios distraídos o quizá un desorientado animal de la calle.
Por eso, la recomendación en guardar una distancia mínima de un vehículo entre usted y el siguiente, o por lo menos, mantener una distancia cómoda que le permita ver las llantas traseras del vehículo que lleva adelante.
Este simple hecho que no cuesta nada, puede salvarlo de sufrir un accidente y causar daños a su vehículo ya que en caso de emergencia o de que el conductor de adelante frene, usted podrá hacer lo mismo, aunque quede “rechinando las llantas o dejando metros de derrape’’.
NO HABLE POR TELÉFONO
Aunque está prohibido en el Reglamento de Vialidad, no hay que confiarse si no hay un agente vial a la vista y “casualmente’’ le llega una llamada por teléfono celular que es importante contestarla.
Un simple descuido de la vista y el volante, puede causarle chocar, atropellar a un peatón o sencillamente, perder el control de su unidad automotriz. Los conductores que en forma simultánea van colgados a su celular o van mensajeando, tienen más probabilidades de causar accidentes de fatales consecuencias, ya que se distraen por ir conversando.
El uso y abuso del claxon es otro de los motivos que hace ver mal a un conductor. El ruido del claxon genera presión en el conductor de adelante, puede causar su enojo, su desesperación y por lo menos provocar que profiera algún tipo de insulto.
En estos tiempos de inseguridad, ser considerado, prudente y estar alerta, son las principales recomendaciones que se pueden hacer a los conductores en general, para que los tengan presentes, sobre todo en las llamadas “horas pico’’, es decir, cuando muchos suelen perder la paciencia y le meten el acelerador, para no llegar tarde a la escuela, o al trabajo.
