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El controvertido concurso de oposición magisterial

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Luis Carlos López Soto

Desde el 2008, la Secretaría de Educación Pública implementó exámenes de oposición mediante el Concurso Nacional de Plazas; publicando convocatorias en diversos medios informativos, cuyo concurso ha logrado atraer a muchísimos aspirantes, motivados por la necesidad y el deseo de ingresar al sistema educativo y, quienes ya son parte del gremio, lo presentan con el afán de incrementar horas clase para mejorar su ingreso salarial.

Al inicio de cada convocatoria se forman interminables filas de maestros aspirantes que afanosa y orgullosamente procuran reunir los requisitos indicados en la convocatoria, tanto los títulos y certificados de las carreras profesionales que cursaron; toda vez que no sólo la presentan maestros normalistas, ya que también la presentan quienes concluyeron alguna otra profesión; incluyendo otros documentos como: certificados médicos, cartilla militar, CURP, credencial de elector, constancia de ejercicio docente y hasta carta de no antecedentes penales para acreditar la honorabilidad del aspirante, por lo que en cada certamen los aspirantes desembolsan aproximadamente $ 1,000.00 (Son: un mil pesos 00/100 M. N.) en gastos para reunir los documentos solicitados e invierten hasta dos días completos de su tiempo para obtener la ficha que les da derecho a presentar el famoso examen.

Pero, ¿qué ha pasado con los maestros que aprueban este examen? Como la mayoría lo desconocemos, procedí a entrevistar al maestro Miguel Ángel, de quien por motivos personales, decidió proporcionar únicamente su nombre y su número de folio federal 411000180020, de inscripción al examen. Cuéntanos Miguel Ángel a qué te dedicas. Actualmente soy maestro con 10 horas de servicio en el área de Matemáticas, en la Región Lagunera de Coahuila, profesión que es todo un orgullo ejercer, porque considero que la docencia es un trabajo arduo y, además, siento que la vocación docente corre por mis venas, porque mi padre, tíos y hermanos, también escogieron el noble oficio de maestro.

Tengo entendido que tú presentaste el examen de oposición para aspirar a más horas de trabajo. Cuéntanos del concurso. Con mucha fe y entusiasmo, he presentado en dos ocasiones el Examen Nacional de Aspirantes para Plazas de Maestros en el nivel de Secundaria. El primer examen lo presenté en el año 2008; obteniendo el octavo lugar en el estado de Coahuila, mérito que me llenó de gusto y satisfacción por ganar una plaza en la forma que muchos maestros soñamos y deseamos obtener, es decir; en la vía de la oposición, por la puerta grande, sin deberle nada a nadie, por méritos propios, sobre todo para quienes nos consideramos como personas dedicadas, esforzadas, y especialmente, por nuestra preparación.

¿Qué sucedió después que supiste tu resultado aprobatorio, te dieron las horas clases prometidas en la convocatoria? Desafortunadamente no, a pesar de que obtuve el octavo lugar, no me hicieron efectivo el incremento de las horas ganadas, a pesar de que acudí casi a diario a las dependencias encargadas de liberarme el recurso, es decir las horas clase; pero nunca me hicieron efectivo el incremento de las horas que gané mediante el examen de oposición; hecho que me desalentó y decepcionó notoriamente porque, si la Secretaría de Educación Pública engaña a los maestros simulando un concurso presuntamente confiable, pero que en la realidad resulta ser una completa farsa, porque en la realidad no se hace efectivo el premio a los que aprueban; motivo por el cual perdemos la fe y la credibilidad de nuestras instituciones educativas.

Sé que un maestro no puede darse por vencido fácilmente, para demostrar a sus alumnos con el ejemplo y con la lucha personal, ¿qué más hiciste para luchar por tu superación magisterial? A pesar de la desilusión, volví a presentar nuevamente el examen en Julio del 2010; aprobándolo nuevamente con los primeros lugares; pero igual que en la primera ocasión, nuevamente se está repitiendo la misma historia, porque los encargados de hacer efectivo el recurso, no me han resuelto nada. Sería importante que recurrieras a otras personalidades como el gobernador del Estado, el presidente de la República, al secretario general de tu sección sindical o alguien que pueda rescatar al valioso docente, que se esmera y se prepara. He recurrido a todos. Constantemente giro cartas a los representantes de los tres niveles de Gobierno, pero no he tenido respuesta satisfactoria y, solamente me han dejado desilusionado y frustrado al darme cuenta que el examen representa un verdadero engaño a la docencia, porque soy el único de los que aprobaron el examen a quien no me han otorgado la plaza de acuerdo con las bases de la convocatoria, según lo que se ha publicado en los medios de comunicación. Algún comentario que quieras agregar: Solamente reiterar a las autoridades educativas que cumplan, porque engañar y desalentar al maestro con convocatorias fraudulentas conlleva un engaño que no sólo daña a los maestros en su autoestima, sino también provoca una disminución en el desempeño del maestro quien es parte fundamental en la educación y formación de los educandos que representan el futuro de nuestra lastimada nación.

El caso de Miguel Ángel solamente es uno de tantos aspirantes que ilusionadamente presentan un examen de oposición en el que muy pocos aprueban, pero que de poco les sirve aprobarlo porque al final de cuentas quienes manejan las plazas buscan la forma de no entregárselas, por lo que sólo resta solicitar a quien tenga la capacidad y facultad de resolver el caso de los docentes que se encuentran en la misma situación del profesor Miguel Ángel, para que los respalden y les hagan efectivos sus méritos obtenidos mediante el Examen Nacional de Oposición que actualmente goza de una pobre credibilidad.

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