Reunión. En diciembre de este año se celebrará la Conferencia de Organismos de las Partes, donde se buscará que los países desarrollados ayuden a los países en desarrollo a mitigar los efectos del cambio.
En febrero pasado llovió más que en varios meses juntos a pesar de que no era temporada, las variaciones térmicas rebasan los 20 grados centígrados y las sequías tan prolongadas, son manifestaciones del mismo mal: estamos destruyendo el planeta.
El encargado de la Delegación de Semarnat en Durango, Román Galán Treviño, advirtió que al ecosistema de la entidad ya se le hizo un daño que es irreversible.
POCO QUÉ CELEBRAR En el marco de la conmemoración del Día Mundial de la Tierra, hay poco qué celebrar.
Según el encargado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en Durango, enfatizó que el daño causado por los efectos del cambio climático "ya lo tenemos encima".
Explicó las deforestaciones a las zonas boscosas y la desaparición de una serie de especies de seres vivos, son afectaciones que el planeta "ya nos está demandando y ya tenemos la respuesta".
Ejemplificó el peligro de extinción en el que se encuentran especies animales de Durango como el oso negro, el puma y el lobo mexicano; además del gusto que existe por la caza del venado cola blanca que podría ponerlo en riesgo.
EFECTOS NOTABLES
Por su parte, Florencio Rodríguez Loera, encargado de la Dirección Local del Servicio Meteorológico, detalló que los duranguenses pudieron percibir los efectos del cambio climático con el aumento en la temperatura ambiental, pues el pasado 6 de junio del 2008 la ciudad de Durango alcanzó una máxima récord de 40 grados centígrados.
Mencionó también que del 2007 al 2008 se tuvo una sequía de 239 días y meses después la temporada de lluvias más intensa de los últimos 40 años, además de que paulatinamente regiones como el municipio de Durango tiene precipitaciones menos intensas o caen en temporadas poco comunes, como el pasado mes de febrero que se acumularon hasta 60 milímetros de lluvia, cantidad que antes no se alcanzaba ni en todo el primer trimestre.
La pasada temporada invernal fue de las más frías y prolongadas de los últimos años, además de que las oscilaciones térmicas alcanzan los 20 grados centígrados (mínimas de siete grados y máximas de 30 grados), cuando el promedio es de diez grados.
