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El demonio 'blanco' del rock

Jack White se caracteriza por su elegante excentricidad

El demonio 'blanco' del rock

El demonio 'blanco' del rock

ARTURO GONZÁLEZ

La palabra que mejor define a Jack White es hiperactividad… y a lo que lo envuelve, excentricidad. Su relativa juventud contrasta con una ya extensa carrera como músico, desarrollada en tres bandas de rock, cantando y tocando diferentes instrumentos, y con las que ha grabado una decena discos de estudio. Como solista ha contribuido en bandas sonoras de películas y ha colaborado con artistas de renombre como el legendario Bob Dylan, la estrella country Loretta Lyn y los abuelos del rocanrol, The Rolling Stones. También es productor y actor ocasional. Además del evidente talento, su manifiesta nostalgia por el sur decimonónico estadounidense y una peculiar imagen que de la sobriedad ha pasado a una elegancia extravagante, en la que nunca falta el negro, rojo y blanco, han hecho de White todo un personaje.

John Anthony Gillis nació el 9 de julio de 1975 en la entonces capital americana del automóvil, Detroit, Michigan. Fue el menor de diez hermanos en una familia clasemediera y católica de ascendencia escocesa, canadiense y polaca. Desde muy chico mostró afición por la música. A los seis años de edad comenzó a tocar la batería. Su gusto infantil por los compositores clásicos mudó en la adolescencia hacia el blues. El escuchar a Son House y a Blind Willie McTell, auténticas leyendas del género, lo motivó a tocar la guitarra, instrumento que a la postre dominaría como pocos.

No obstante, antes de tomar de lleno la carrera musical, el joven Gillis estuvo a punto de vestir los hábitos, pero desistió porque pensó que no le dejarían llevar su nuevo amplificador al seminario, según lo reveló él mismo en una entrevista. A final optó por estudiar en una escuela pública y aprender el oficio de… tapicero.

De pronto, el inquieto John decide convertirse en hombre de negocios. Abre un taller de reparación de muebles, Third Man Upholstery (Tapicería Tercer Hombre), con el slogan “tus muebles no están muertos”. Sin embargo, debido a sus heterodoxas prácticas comerciales y a su manía de escribir poemas con crayón debajo del tapiz de los sillones reparados, los clientes le huyen. El negocio, entonces, se vuelve inviable, pero le da la idea para formar varios años después la efímera banda The Upholsterers (Los Tapiceros), junto con su mentor Brian Muldoon.

A principios de la década de los 90, John Anthony, que para entonces ya era identificado como Jack, conoce a Meg Martha White, una mesera del Memphis Smoke, un bar de los suburbios de Detroit. Se hacen amigos, luego novios y en 1996 se convierten en marido y mujer, sin saber todavía la trascendencia que tendría ese singular matrimonio. Con la excentricidad que lo caracteriza, Jack adopta el apellido de Meg, a quien le enseña a tocar la batería, para crear en 1997 el dueto The White Stripes. En palabras del propio Jack, tocar con Meg resultó liberador y refrescante, lo cual se hizo patente en su música. Con un sonido fresco y crudo rápidamente logran abrirse espacios en la escena subterránea de Michigan.

Desde sus primeras tocadas, la ocurrente pareja se presenta como si fueran hermanos, lo cual generó un halo de misterio y controversia con el que se han solazado durante varios años. “Mi gran hermana” es como se refiere Jack de Meg cuando habla de ella. Con todo esto, en 1999 los White graban su álbum debut homónimo con una disquera independiente.

Fieles a un innegable espíritu punk, el disco consta de 17 cortes de no más de 3 minutos y medio y está dedicado al ídolo de Jack, Son House. El sonido, premeditadamente sucio y estridente, reproduce melodías elementales del blues y el rock de los 60 y 70 cargadas de irreverencia, ingenio y una fuerza inusitada para una banda compuesta de una batería y una guitarra. Las inquietudes políticas del compositor se plasman en canciones como The Big Three Killed my Baby, en la que critica a las tres grandes compañías de automóviles estadounidenses. Además incluye temas del polifacético Bob Dylan, el jazzista Joe Primrose (Irving Mills) y el cantante de blues clásico Robert Johnson.

Pese a hundirse en las raíces de la música popular de los Estados Unidos, el LP inyecta una dosis de frescura en la decadente escena musical norteamericana de fin de siglo. Poco a poco el público de Detroit empieza a familiarizarse con la aguda voz de Jack y sus rudas guitarras. Pero el éxito aún estaba por llegar.

En 2000, la pareja se divorcia pero el dueto continúa y produce su segundo disco, De Stijl -nombre tomado del movimiento artístico alemán-, para el cual salen del estudio y se meten a la sala de Jack en busca de un sonido más casero. El resultado: un auténtico LP de culto en donde la vena blusera de White se hace más evidente.

El ritmo es menos revolucionado y las guitarras aparecen cargadas de slides y eventualmente acompañadas de pianos. Las interpretaciones se vuelven más limpias y la voz más nostálgica. Pero el rock sigue presente en piezas como Let´s Build a Home y Jumble, Jumble y un aire country, otra de las grandes influencias de Jack, aparece en Your Southern Can is Mine. El mundo comienza a voltear hacia los Stripes y el disco alcanza el lugar 38 en la lista “independiente” de Billboard… y la banda todavía tenía mucho qué mostrar.

Con su tercer LP, White Blood Cells, grabado en estudio en 2001 y dedicado a Loretta Lyn, el dueto se proyecta como una de las agrupaciones del momento, primero en el Reino Unido, luego en Norteamérica. La portada del disco es premonitoria: Jack y Meg aparecen frente a un fondo rojo y delante de ellos las sombras de fotógrafos y camarógrafos al acecho. Sin perder el espíritu de música garage, el sonido se hace más pulcro en comparación con sus realizaciones anteriores.

A la par de canciones de simplicidad y fuerza avasallantes, como Fell in Love with a Girl –cuyo sencillo fue lanzado con un video dirigido por el cineasta Michel Gondry (Eterno resplandor de una mente sin recuerdos) en animación de Lego-, hay canciones más elaboradas como The Union Forever -un tributo a la cinta clásica Ciudadano Kane de Orson Welles-, y algunas más melódicas y acústicas, tales son los casos de Hotel Yorba y We’re Going to Be Friends. En general el disco muestra a un Jack más maduro en el plano musical y lírico y la crítica se lo reconoció con múltiples premios y nominaciones.

Si los primeros dos años del nuevo milenio colocaron a The White Stripes en el foco de atención de la escena del rock anglófono, 2003 los catapultó a las grandes ligas. En ese año lanzan Elephant, su cuarto material discográfico y el primero distribuido por una gran disquera, V2 de Universal Music Group, pese a que el señor White usara para la grabación una reliquia como equipo. El poderoso corte que abre el álbum, Seven Nation Army, del que se han hecho un sinnúmero de covers, es considerado hoy como una de las mejores canciones de la historia del rock, cuyo éxito mundial fue impulsado en gran medida por un extraordinario e hipnótico video.

Otros hits del disco son el cover I Just Don’t Know What to do with Myself y The Hardest Button to Button, sencillo que fue lanzado con un alucinante video dirigido por Gondry, genialmente parodiado luego en la célebre serie animada de Los Simpson. Por otra parte, por primera vez se oye a Jack tocando largos y desquiciantes solos de guitarra, como los de Black Math y Ball and Biscuit, en donde muestra un amplio dominio del instrumento. Aunque nunca interpreta dichas piezas de igual manera en concierto, siempre le imprime un ímpetu endemoniado que lo hace parecer como un verdadero poseído.

Pero 2003 no sólo representó un salto en la carrera musical. Jack White debutó en cine con la comedia independiente de horror y ciencia ficción Mutant Swingers from Mars, una sátira de las películas del género de los años cincuenta. Meses después caracterizó a Georgia en la película épica de Anthony Minghella, Regreso a Cold Mountain, al lado de Jude Law, Nicole Kidman y Renée Zellweger, en la que también participó como intérprete de algunas canciones de la banda sonora. También apareció en uno de los episodios de la cinta Coffee and Cigarettes, de Jim Jarmusch, junto a Meg.

El año 2005 representó un parte aguas para el inquieto Jack en varios sentidos. Luego de un año de receso, los “hermanos” White regresaron en 2005 al estudio casero para grabar Get Behind Me Satan, su quinto álbum, con el cual se adentran en terrenos más experimentales, en donde se muestran las otras inquietudes musicales del compositor, más allá del blues y el rocanrol. La guitarra eléctrica deja de ser el instrumento principal en beneficio del piano, la guitarra acústica, el bajo y hasta la marimba. De este disco se desprenden los conocidos sencillos Blue Orchid, My Doorbell y The Denial Twist, este último acompañado de un audaz y onírico video dirigido, otra vez, por Michel Gondry. Aunque la recepción de los fans fue diversa, la crítica no dudó en alabar el material que fue premiado con el Grammy al mejor álbum de música alternativa. Pero para el señor White esto no era suficiente.

Ese mismo año, Jack se casó con la modelo y cantautora británica Karen Elson, con quien se mudó a Nashville, Tennessee, la “ciudad de la música”. También formó la banda The Raconteurs con Brendan Benson, Jack Lawrence y Patrick Keeler, estos dos últimos integrantes del grupo The Greenhornes, con quienes se mete de nuevo en la senda del rock, pero en una faceta menos protagónica, en un grupo más convencional en cuanto a su formación (dos guitarras, un bajo y una batería), compartiendo vocales y la composición de las canciones con Benson. Su álbum debut, Broken Boy Soldiers, grabado en 2005 y editado al año siguiente, ofrece un sonido retro, con claras influencias del rocanrol de los años 70. El sencillo Steady, As she Goes se coloca rápidamente en los primeros lugares de la lista de popularidad, aunque en el LP destacan también piezas de gran calidad como Hands y Together.

Las dudas sobre la separación de The White Stripes quedaron despejadas en 2007, cuando se publica el disco Icky Thump, con el que el dueto retoma el espíritu de sus primeras creaciones y aprovecha a la vez la madurez ganada con los años. Además, Jack pone de manifiesto su intención de atraer otros públicos como el de habla hispana. Es así que surgen canciones como la que da nombre al álbum, una sátira de los jóvenes norteamericanos que cruzan la frontera mexicana para hacer lo que en sus ciudades tienen prohibido, y que fue lanzada como sencillo con un video que incluía subtítulos en español; o la extraña Conquest, un cover de la antigua canción de Corky Robbins popularizada por Patti Page, mezcla de rock con pasodoble, de la cual los Stripes hicieron una versión en español y otra con mariachi.

El LP, que también incluye un par de temas que recogen parte del folclor escocés -otra de las herencias de White-, recibió las mejores críticas a nivel internacional, conquistó la cima de los charts ingleses y norteamericanos, y dio al dueto su segundo Grammy por mejor álbum alternativo. Pero cuando Jack parecía tenerlo todo, quiso ir por más.

Después de grabar en 2008 el segundo material con The Raconteurs, Consolers of the Lonely, un potente disco de excelente factura que combina influencias del mejor rock británico y estadounidense, y luego de colaborar en la banda sonora de la nueva película de Jame Bond, Quantum of Solace, al lado de la bellísima y talentosa cantautora de Rhythm and Blues, Alicia Keys, con la explosiva canción Another Way to Die, el incansable hijo de la ciudad de los motores se inmiscuye en 2009, ahora como baterista, en su más reciente proyecto: The Dead Weather, junto con la vocalista de The Kills, Alison Mosshart, el tecladista de The Queens of the Stone Age, Dean Fertita y su viejo conocido Jack Lawrence, en el bajo.

La fuerza, talento y originalidad de esta nueva agrupación motivó al veterano Jools Holland en su programa de la BBC a calificarla como una megabanda. Y no es para menos. Basta escuchar su álbum debut, Horehound, grabado apenas el año pasado, para reconocer lo acertado del adjetivo. Con ritmos agresivos, ásperas texturas en el bajo y los teclados e interpretaciones vocales delirantes, The Dead Weather se coloca a la vanguardia del rock norteamericano. Los sencillos Hang You from the Heavens, Treat Me Like Your Mother y I Cut Like a Buffalo destilan ese espíritu del rock que muchos creían perdido en este inicio de milenio.

El track que cierra este excelente disco lanza una interrogante con muchas interpretaciones: Will There Be Enough Water? (¿Habrá suficiente agua?). La reacción inmediata del público y el segundo disco del grupo, Sea of Cowards, publicado en este año, ofrecen una respuesta afirmativa, para la banda y para el mismo Jack White, quien mantiene en pie sus tres proyectos… más los que se acumulen. Parece que a sus 35 años el imparable “demonio blanco” de Detroit está empeñado en demostrar que el rock no está muerto… al igual que los muebles que reparaba cuando era tapicero.

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