EL DIPUTADO 'A FUERZA' A SIMPLE VISTA

En una toma de protesta que más que acto político lució como espectáculo circense, Santiago Gustavo Pedro Cortés -el petista oaxaqueño que desde principios de los años 90 vive en y de Durango- rindió protesta como diputado local en la XLV legislatura.

Su séquito de acompañantes se encargaron de montar el show: a bordo de varios camiones llevaron hasta los alrededores del Palacio Legislativo al grupo de personas más escandaloso que en la historia reciente haya visto el recinto de 5 de Febrero y Zaragoza; lo llenaron hasta el tope y comenzaron con las vivas a favor de su líder político.

Y llegó el clímax del encuentro: la presidenta de la Mesa Directiva del Congreso designó una comision de diputados que a regañadientes salieron a recibirlo en el acceso a la sala de plenos para que hiciera su entrada triunfal.

Al de Nochixtlán se le notaba contento, ajeno hasta ese momento de los comentarios, críticas y reclamos que ya se movían a su alrededor.

Panistas y priistas coincidieron en la condena a la forma de llegar al congreso; "Juanito" (Gerardo Estrada) y "Juanita" (Socorro Páez) estaban, a final de cuentas, antes que él en la lista. Pero la astucia legal fue la que de nueva cuenta ganó en la legislatura local.

Y es que si en algo tiene razón el ahora "diputado", es en que su llegada al palacio legislativo es legal, por donde quiera que se le mire. Pero, como alguien cuestionó en medio de la controversia, ¿es ético?

Pedro Cortés llega a la diputación valiéndose de los vacíos de una legislación local que en los tiempos recientes se ha dedicado más a crearlos que a eliminarlos. Huecos legales que se fabrican a conveniencia de quién sea, cada que se requieren.

Inicialmente, el primer candidato a diputado de representación proporcional por el Partido del Trabajo era Vladimir Martínez, hijo del excandidato a la gubernatura por ese organismo, Gabino Martínez Guzmán. Luego de que este último declinó a favor de José Rosas Aispuro Torres, los dirigentes del partido de la estrella decidieron sacarlo de la jugada para, en su lugar, intalar al joven Gerardo Estrada. La suplente para esa plurinominal era Coco Páez. Ya entonces inscrito, Gustavo Pedro se mantuvo en la segunda posición.

Al momento de instalar la actual legislatura, la Oficialía Mayor envió avisos a los 30 diputados electos para que se incorporaran a su trabajo; Gerardo no acudi→ ó. Al paso de los días -enmedio de los cuales se habría presentado para pedir que se le llamara a rendir protesta-, se mantuvo la ausencia pública del "casi diputado". Terminaron los 10 días que la Ley marca como plazo para que se presente y nunca, supuestamente, llego.

Entonces tocó el turno de la maestra Coco. Y el mismo caso.

Ayer ahí estaban, los dos sonrientes a la fuerza, obligados a celebrar un triunfo que parecían no desear. Al final del acto, en una rueda de prensa montada a la entrada del edificio, trataron de justificar la cesión del espacio. Ni Coco ni Gerardo, ni Gustavo ni Primitivo, fueron capaces de contener y, más aún, de convecer, a los que alrededor cuestionaban su llegada.

Que si él criticó en su momento a Marcos Cruz porque llegó al Congreso Federal de una manera similar: oidos sordos. Que si Coco Páez fue usada para obsesiones personales: "los objetos son los que se usan, y yo soy una mujer", dijo al tiempo que reclamaba que una representante de los medios de comunicación sugirierá su utilización política. Que si Gerardo Estrada fue obligado: hubo un acuerdo que favorecerá al partido. Y al final, todo fue resumido a una frase del flamante diputado: "las aguas se aclaran al paso de la corriente". Y se acabó.

Gustavo Santiago Pedro Cortés, el oaxaqueño que llegó a Durango para quedarse, ya es diputado.

Twitter: @luizork