¿ESTÁ DESTINADO AL FRACASO MI HIJO QUE TIENE DÉFICIT DE ATENCIÓN?
A lo largo de mi práctica como psicólogo me he encontrado con la desesperanza de los padres quienes piensan que tener un hijo(a) con déficit de atención es una tortura tanto para ellos como para los chiquitines, ya que no aprenden a la misma velocidad, no asimilan los conceptos, no son tolerantes y se desesperan a la primera de cambio, en pocas palabras tiene un hijo incapaz de adaptarse al mundo.
Las reacciones de los padres van desde ignorar el problema hasta llevar al infante con más de 10 especialistas con otro tanto de diagnósticos tales como déficit de atención, coraje, depresión o hasta que el "muerto se le sube por las noches".
Al paso de los años el problema del déficit de atención se ha acrecentado, y los padres pasan ahora por una frustración constante y por la consiguiente desesperación. Qué decir de los pequeños que se sienten rechazados, minimizados y señalados como los raros, los inadaptados, etc.
Esta dificultad ha sido tema de conversación de varios congresos, conferencias y talleres a lo largo del mundo. En México el método tradicional de tratamiento se da por medio de terapia de apoyo académico, psicoterapia y medicamento. Sobre este último existe un estigma marcado de que si los niños se harán adictos o no y si hay un tratamiento diferente que no implique medicamento.
En primer lugar tendríamos que conocer a detalle lo que es un déficit de atención de lo que no es. En muchas ocasiones profesionales de la salud se inclinan por diagnosticar el trastorno sólo porque el niño no atiende en clase y no es capaz de hacer la tarea. Esto puede indicar desde que el niño está deprimido o quiere llamar la atención de los padres hasta que el pequeño necesite lentes para observar mejor.
¿Qué necesito hacer como padre o madre ante la sospecha? En primer lugar ir con un especialista por un diagnóstico completo. Que abarque la parte neurológica, la física, emocional y familiar. Sólo después de esto tendremos una diagnóstico más certero sobre el caso en particular.
Lo interesante del asunto es que hace algunos años llegó a México una tecnología novedosa aplicada a la psicofisiología, que permite al paciente manejar mejor su concentración tener mayor tolerancia y controlar la impulsividad, síntomas básicos del trastorno de Déficit de Atención.
Piense usted cuando camina. ¿Qué está ejercitando? Obviamente los pies las piernas y el cuerpo en general. ¿Le servirá? Desde luego, porque tendrá una mejor circulación, mejor oxigenación y su cuerpo estará mas activo. Ahora imagínese que esto lo hace de tres a cuatro veces a la semana. Definitivamente el resultado fisiológico impactará en su salud mental: más relajado, más optimista y sobre todo más sano con menor estrés.
Lo anterior, es precisamente lo que hace el neurofeedback, ejercitar el cerebro, ayudándolo a generar ondas cerebrales a través de unos ejercicios simples en donde el infante podrá controlar su ansiedad, ser más tolerante y sobre todo estar más atento con la consiguiente aceptación de parte de sus amigos y una mejor salud familiar.
Seguramente mi estimado lector usted me dirá, pues el neurofeedback es un aparato maravilloso y se lo deberíamos de poner a varios políticos mexicanos para que se concentren mejor, qué digo, piensen que sería ganancia. Definitivamente este aparato será dirigido por un psicólogo especialista en el área, debidamente capacitado para manejar un diagnóstico preciso con un aparto de última tecnología para manejar un problema que cada vez aqueja más a menores y padres de familia que es el déficit de atención.
Ahora la pregunta del millón ¿A dónde tengo qué ir para que mi pequeño reciba esta atención? ¿A Canadá? ¿Europa? O ¿Monterrey? No. Usted puede asistir a la ciudad de Torreón donde ya tenemos el neurofeedback, como la capacitación y la disposición para ayudarlo.
Póngase en contacto conmigo y le digo como.
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