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EL DIVÁN

¿COLA DE LEÓN O CABEZA DE RATÓN?

LIC. JOSÉ ANTONIO MIRANDA HERNÁNDEZ

Hace algunos días tuve la oportunidad de dar una plática sobre la programación mental y el cumplimiento de los objetivos, coincidentemente a esas horas jugaba el equipo de Santos vs. América el partido de ida de la semifinal del futbol mexicano, por lo que se esperaba la asistencia de pocas personas. Finalmente acudieron alrededor de 20 personas, lo cual representa un buen promedio. Lo más interesante no fue la cantidad de interesados que fue sino que la mayoría se integró al equipo de trabajo y firmó como proveedor del producto.

Pero usted mi estimado y sorprendido lector estará pensando ¿eso qué tiene qué ver con la cola del ratón? O ¿Por qué no tenía frío la morena del partido de la final? Yo creo que después de esas dos grandes razones a varios aficionados les quedó claro que hacen las cervezas del estadio.

Pues en realidad tiene que ver mucho, y no la plática en sí, sino lo que se manejó al interior, se habló de la dificultad de emprender un negocio, de la caída de los salarios, de porque es mejor tener un empleo remunerado cada quince días y no poner un negocio sin saber si funciona o no. Estamos acostumbrados a escuchar a la mayoría de las personas como encontrar un buen trabajo cuando egresan de la universidad. Se habla de empresas Modelo para ingresar, que si en la empresa de electricidad, que si la empresa lechera, que si cervecería, que si la universidad y los familiares y amigos se desviven en comentar las ventajas de un aguinaldo, prestaciones, fondo de ahorro, etc.

Estaríamos de acuerdo que entrar a una institución de gran prestigio ayuda a dar seguridad y crecimiento al empleado. Pero ¿Es lo único? ¿No existe otra posibilidad? Sé que por la cabeza de mi estimado lector estará pasando la idea de por qué no llevé el celular para tomarle una foto a la morena. Además de eso argumentará que el divanero es panista y está promoviendo los "changarros" como diría el amigo de la gente de color. No es así, la idea estaría en ponerse a pensar un poco si el ser dueño de mi propio tiempo y negocio es posible. Lo primero que se le viene a la cabeza al grueso de la población es pensar: "Eso no es para mí". "Yo ni estudiado estoy". "Mejor un sueldito cada quince días" o "Yo no podría hacer lo que él hace".

Durante la reunión comentada conversábamos acerca del tema, algunos decían que como pondrían un negocio a esta edad con los hijos dependiendo de ellos, algunas parejas argumentaban que no eran buenos para las ventas. Pero piense por un momento, ¿Realmente estoy tan perdido como para no cumplir mis sueños y metas? Pues la respuesta es no, no está perdido, el problema es que estamos acostumbrados a pensar en lo que no queremos y no en lo que sí queremos. Obviamente no todo termina ahí, después de definir nuestros objetivos, viene el cómo llegar a ellos, con qué cosas cuento y cuáles son mis metas a corto y largo plazo.

La verdad parece sencillo y lo es, los complicados somos nosotros mismos. Un ejemplo de esto sería la chica que busca novio, según su sueño, es encontrar un hombre que la quiera, la respete, la ame y la valore. ¿Qué hace? No se quiere, se devalúa dice que está gorda y que casi no tiene amigas. ¿Qué sucede? No encuentra nada, porque está centrada en lo que no quiere como lo es su gordura, su devaluación y su falta de amigas. No será posible entonces que espere que la quieran si ella no se quiere.

Otro caso sería el empleado que quiere ser promovido por el jefe, pero nunca le dice nada. Desde luego el jefe no es adivino, y no va a estar pensando sólo en las necesidades del empleado. Éste necesitaría poner un mayor esfuerzo y expresar sus necesidades, tal vez no llegue el ascenso deseado, pero sí estará siendo congruente con lo que desea.

Un ejemplo más, el esposo que espera que la esposa en la relación sexual lo complazca en todo, pero jamás le dice nada a la esposa y cataloga su experiencia como rutinaria y no placentera y termina acusando a la cónyuge de su insatisfacción, cuando ésta ni enterada está de la situación.

Lo mismo pasa con la mentalidad hacia el trabajo, si usted quiere ser empleado toda la vida, ¡adelante! si eso la satisface, perfecto. Si lo que quiere es emprender su negocio, no le hace falta nada más que intentarlo. Lo que no se vale es quejarse de que no se tiene una oportunidad si usted mismo no se la ha dado. O peor aún, si su mentalidad sólo le da para pensar que su vida debe ser vivida como los demás dicen.

Estoy convencido que muchos paisanos les pasará por su cabeza decir que falta empleo, que no hay oportunidades, que la vida no es fácil, que cada vez está más difícil y que lo mejor es quedarnos en donde estamos, y sabe que, tiene razón. Todo ser humano tiene lo que desea.

Si por otra parte usted piensa en crecer, cumplir sus objetivos, valorarse y sentir que sus sueños son alcanzables, lo felicito, está en lo correcto.

Espero que no me compare con un motivador de segunda clase, o con un psicótico que ve una realidad paralela, no simplemente soy un convencido de que las cosas realizadas con pasión y convencimiento siempre se cumplen y que el culpar a los demás es la manera más fácil de ser mediocre. Yo por eso prefiero ser Cabeza de león.

Mi correo electrónico: antoniomiranda72@hotmail.com

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