Las ruinas ubicadas en una superficie de tres mil 971 metros cuadrados son propiedad del Pueblo de Durango, la cual fue vendida por Rosalío Salas Ceniceros y Alba del Campo Flores de Salas al Gobierno del Estado, informó Rubén Ontiveros Rentería, coordinador general del Comité Estatal del Bicentenario.
Indicó que la negociación se llevó a cabo mediante la escritura No. 15794 / 206 ante la Fe del notario público No. 2, Joaquín Soria Hernández.
Aseguró que el Gobierno del Estado no despojó a nadie de sus tierras, sino que el Comité Estatal de Conmemoraciones del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución Mexicana tomó la decisión de dignificar estas ruinas de gran valor histórico con el objetivo de atender la solicitud de los habitantes de la comunidad de La Ferrería, quienes viven alrededor de estas ruinas, ubicadas a trescientos metros al oeste de la Ex hacienda La Ferrería.
TRABAJOS Detalló que con una inversión de un millón 560 mil pesos, se realizaron trabajos de rescate de las Ruinas de la Primera Fundidora, que consistieron en: limpieza de maleza, fumigación, rescate y reubicación de árboles sanos, remoción de escombro, excavación para encontrar niveles originales, limpieza de cantera, con hidrolavadoras, eliminación de grafiti con solventes especializados.
Además de la consolidación estructural de muros y estructuras para su conservación, formación de andadores, jardines y reforestación, todos estos trabajos coordinados y supervisados por historiadores y restauradores calificados.
