EL LIBRO, UN REGALO UNIVERSAL
Desde que Johann Gensfleisch de Gutenberg, popularizó en occidente la imprenta, en la década de 1440 al 1450, la historia del conocimiento y la humanidad cambio por completo. El libro pasó a ser uno de los objetos más populares y a través del cual no sólo el conocimiento, sino las artes, empezaron a llegar a un gran número de personas. Es por eso que desde su invención, el libro y el hombre irán de la mano hasta que la muerte los separe.
Además de un contenido informativo, en su interior las páginas de un libro pueden albergar historias, imágenes, conceptos, formulas, reflexiones e incluso acompañan al hombre, antes de aprender a caminar. En épocas navideñas, donde es tradición agradecer a las personas cercanas mediante un presente, detalle o regalo, el libro se levanta desde la profundidad de las vitrinas y los estantes comerciales, como el regalo universal.
Por albergar las más divertidas e impactantes historias, los mundos fantásticos donde todo es posible o las más certeras reflexiones, siempre habrá un título o un autor justo a la medida de cada persona. Incluso cuando una persona no acostumbra el hábito de la lectura, puede encontrar un espacio en el interior de un libro, que no precisamente tiene que ser de literatura, historia o filosofía, ya que cada vez más es mayor la oferta de temas que comunican su intención a través del libro.
Una relación que no siempre se da es libro y lectura. La idea generalizada que tiene el imaginario colectivo sobre el libro es que exclusivamente alberga historias literarias o es una fuente de conocimiento. Sin embargo, la industria editorial cada vez pública más temas sobre: música, artes visuales, historia gráfica e historietas en formato de libro, donde precisamente, el valor de la imagen y la calidad de la impresión predominan sobre el texto.
Regale un libro
Una vez que se da el primer paso, al ingresar a la librería, es fundamental tener en cuenta algunos detalles generales al momento de escoger un buen libro para regalar. Como por ejemplo si el destinatario es un lector asiduo, un lector de ocasión, o un no-lector, detalles imposibles de omitir al momento de la elección, ya que con este regalo también se hace una invitación a la lectura y a la obra del autor.
La literatura siempre será un motivo, una invitación a dejar volar la imaginación, pero sobre todo un acto de entretenimiento voluntario, mediante el cual el hombre disfruta sin ninguna pretensión académica. Por lo que una novela o un buen libro de cuentos es una clara opción. Los clásicos tendrán vigencia en todos los tiempos y las historias emergentes que además son un termómetro de la sociedad contemporánea, son idóneos para los lectores asiduos.
Este tipo de lectores siempre le darán la bienvenida a una novela del más reciente Premio Nobel de Literatura, al último ganador del Cervantes o a un autor joven que venga respaldado por un buen sello editorial. Este tipo de lector también recibirá con el mismo agrado una reedición de un clásico o un libro de historia, periodismo, economía o filosofía, y no le tienen miedo a la temible apariencia de un libro con 600 o 700 páginas.
En cambio los lectores ocasionales, quienes solamente leen en momentos de descanso, vacaciones o de vez en cuando, tienen más reducido su gusto en materia editorial, incluso cuando para ellos la literatura, el periodismo y algunas propuestas de historia, también son un lugar común. Historias cortas, que no sobre pasen las 150 paginas y cuyo diseño editorial sea tan atractivo que los “enganche”.
Las historias actuales, rápidas, con temas novedosos y donde detalles como el tipo de la letra, la portada y demás herramientas editoriales cuentan, son propias de estos lectores ocasionales, para quienes no resulta difícil encontrar un buen titulo. Literatura, historia y periodismo, son temas que pueden resultar interesantes a este grupo de lectores, sobre todo si el libro que se les regala ha sido bendecido con una buena campaña de mercadotecnia, porque abona el interés del lector. Para ellos es recomendable pedir el catálogo de los más vendidos, solicitados o best seller.
Si además de agradecer, la intención del regalo navideño es motivar o incentivar a la lectura, a un no lector, se debe ser cuidadoso con la elección de la historia que se regale, para no ahuyentar o repeler. Para este tipo de lectores es recomendable las ediciones de historia que presentan su contenido a través de iconografía, imágenes grandes y textos pequeños que sólo introducen al lector al tema.
Libros de pintura, fotografía, música y biografías donde la mayor parte de la narrativa la contiene la imagen, resultan ideales para este tipo de lectores, a quienes también se les puede regalar una buena selección de frases celebres, mini ficciones, microrelatos o autores cuya propuesta sea humorística, relajada y más que un reto invite al lector a divertirse. Para este caso es recomendable también tener en cuenta los libros de superación personal y auto ayuda.
Familiarizar a los niños
Uno de los errores más comunes que cometen los padres con sus hijos, es regalarles costosas ediciones de literatura infantil, que levantan sobre la parte más alta del librero y cuidan celosamente de las implacables manos de los pequeños, ya que esta idea de un objeto intocable, evita que el niño se apropie de libro, lo sienta suyo y lo haga parte de su mundo de juegos.
Una industria que ha sabido sortear de manera hábil todas las crisis editoriales, es precisamente la del libro infantil, ya que las historias cortas, escritas en medio de un gran diseño editorial, donde colores y objetos motivan a los pequeños, resultan una verdadera obra de arte. Aunque es más recomendable acercar a los niños libros que puedan rayar o romper, para que se familiaricen con este y lo hagan parte de sus objetos de diversión.