Increíble pero cierto. Todos lo hemos visto, los perros tienden a sentirse celosos ante otros perros y/o personas. Aunque no es un factor común en todos los perros; la gran mayoría reacciona al sentirse en desigualdad ante otro can que le está robando la atención. En ocasiones las reacciones son desfavorables; destrozos, agresiones, indignación, falta de apetito o ladridos excesivos son algunas reacciones de los celos. La mejor manera es establecer quién es el macho alfa y así poder empezar a establecer jerarquías. Al tener definido quién manda evitaremos muchos malos ratos en nuestro hogar.
En ocasiones los celos son hacia los bebés recién nacidos y hay que permitir que el perro investigue y olfatee al nuevo miembro de la familia. Pero hay que enseñarle poco a poco cómo relacionarse con el infante de una manera tranquila y controlada. Si la actitud de nuestra mascota es un tanto brusca entonces debemos frenar su ímpetu de una manera "inteligente"; un hueso, o alguna golosina y no hacerlo por medio de gritos o golpes. Si nuestra mascota se acerca de una manera tranquila debemos premiarlo y acariciarlo para fomentar una buena relación. Es imperativo que nunca se deje al niño y al perro sin supervisión y menos cuando el primero esté en edad de "jalarle la cola" a nuestra mascota para así evitar una reacción desfavorable de parte del can.
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