Cuando tenemos un perro que rompe todo lo que se le atraviesa hay que evaluar primero su edad. Si es un cachorro este comportamiento será hasta cierto punto normal ya que al crecer le comienzan a salir los dientes y la mejor manera de quitarse la comezón es llevándose a la boca y mordisqueando todo lo que encuentre.
Generalmente los cachorros que están con su mamá hasta los 60 días, tienden a ser más tranquilos y a no morder y romper tantos objetos. Lo que se aconseja es tratar de que el cachorro tenga sus propios juguetes y no juegue mordiendo nuestra ropa o zapatos ya que para ellos no hay distinciones.
Por otro lado, es bueno que cuando salgamos le dejemos al cachorro sus juguetes y que se los vayamos rotando todas las semanas para que no se aburran. Juguetes de goma, peluches, huesos comestibles o incluso galletas son buenos compañeros.
En caso de que nuestra mascota haya roto o mordisqueado algunos objetos es conveniente castigarlo con un NO fuerte para que pueda asociar que no está bien lo que está haciendo. El castigo siempre tiene que ser en el momento que el cachorro está mordiendo, de esta manera podrá captar la diferencia con respecto a otro momento. No son aconsejables los castigos físicos, está bien con la llamada de atención del dueño con una voz fuerte.
Un perro equilibrado y adaptado a diferentes situaciones desde cachorro, será un adulto que tolera cambios que puedan ocurrir en una familia. Cuando notemos comportamientos extraños en nuestra mascota, hay que entender que a los perros les cuesta adaptarse al cambio y en ese momento la pasan muy mal y necesitan de nuestra ayuda.