El sueño de los perros es diferente al de los humanos, durante el día caen en un dormitar ligero y vigilante del que salen de inmediato cuando se estimula alguno de sus sentidos: una voz, un simple olor a comida o un roce bastan para que se despierten.
Estas siestas diurnas son cortos periodos de descanso que les hacen bien, ya que contribuyen a mantener la salud y les devuelven la energía perdida. Por la noche nuestra mascota aprovecha para dormir periodos más largos; mas sin embargo no es de extrañarse que si duerme mucho durante el día hará excursiones nocturnas y aprovechará para acceder a todos los objetos y rincones prohibidos.
Durante el descanso nuestra mascota tiene sueños que lo llevan a mover rápidamente los ojos bajo los párpados cerrados. También en su cerebro, igual que ocurre en los seres humanos, existen cambios eléctricos que provocan movimientos involuntarios como lengüetazos, levantar las patas, alzar sus orejas e inclusive emitir ladridos y gruñidos, dependiendo del objeto de sus sueños.
El dormir en exceso no es sano, pues puede ser síntoma de falta de energía que también se traduce en obesidad. Un perro debe descansar en función del grado de ejercicio que realiza y se deben de evitar los sustos mientras duerme.
Si nuestra mascota era activa y de pronto notamos que se ha vuelto somnolienta, podría ser que tenga fiebre o alguna infección que amerite ir con el veterinario.
Así que conocer los hábitos de sueño de nuestro perro es de suma importancia para mantener su bienestar, y respetar sus horas de sueño es tan importante como darle de comer o sacarlo de paseo.