Apenas suena el timbre y presuroso corre a la puerta para ver si su mamá ha llegado por él, después de darle su mochila y saludarla con un beso apresurado, la primera pregunta que hace el niño de 8 años es ¿Me das para comprar?, después de conseguir lo anhelado una sonrisa inunda su infantil rostro. Carlos o mejor conocido como Carlitos en su casa, siempre anhela la hora de salida porque su mamá le da cierta cantidad de dinero para gastar y él sólo desea comprar sus golosinas favoritas para poder estar contento.
Como la situación que vive Carlitos todos los días donde es consentido de cierta forma por su madre, no sólo pasa en esa escuela sino más bien diariamente en miles de escuelas primarias públicas y privadas cuando suena la chicharra de salida, los niños corren detrás del típico señor de la puerta que vende los alimentos que más gustan a los niños, donde figuran los chocolates, frituras, dulces, y en cuestión de minutos los reyes del hogar están disfrutando de la comida chatarra que por lo regular venden en estos establecimientos. Esta situación se repite durante los días hábiles del calendario escolar y es un factor determinante no sólo para la población infantil sino también para la población adulta, ya que los hábitos alimenticios se forjan desde temprana edad cuando los infantes tienden a tener un carácter más moldeable por los adultos y son los que seguirán toda su vida.
Si un niño todos los días repite la rutina de Carlitos es posible que cuando llegue a la edad adulta tenga problemas de obesidad, ya que de los puestos que se encuentran afuera de primarias, el 100% de sus productos corresponden a comida chatarra. ¿Pero en verdad qué significa obesidad? ¿La sociedad está informada sobre cómo se causa la obesidad? o simplemente ¿cómo se evita esta enfermedad? Pues aunque suene lógico una gran parte de la población no se encuentra enterada de que ellos padecen de obesidad y siguen con el pensamiento antiguo de que entre más gordito seas, mejor salud tienes.
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) obesidad puede ser definido como una enfermedad crónica que se caracteriza por el exceso de grasa en el organismo y se presenta cuando el índice de masa corporal en el adulto es mayor de 30 kg/m² , o en palabras comunes es cuando tu peso sobrepasa lo que tu altura puede soportar o mejor conocido como Índice de masa corporal. Es por eso que día con día nos damos cuenta que nuestro índice de obesidad aumenta considerablemente aquí en México.
Y si bien es cierto una de las leyes de la vida dice que el primer lugar lo es todo y siempre se reduce a que los primeros son los mejores en todo, ya sea en cualquier ámbito de la vida misma, pero hace días México recibió la agradable noticia o mejor dicho desagradable, la cual dice que según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México por primera vez en su historia es el líder de todos los países como el número uno con mayor índice de obesidad en adultos, teniendo un 69.5% del total de su población, mientras que el segundo pero igual de desagradable que el primero, es el país vecino de los EUA con el 68%, quien está luchando fuertemente por alcanzar a nosotros, mientras que Nueva Zelanda con 62.3% está en la pelea pero aún se ve lejos.
Nuestra sociedad siempre está deseosa de triunfos que nos den un sentimiento de pertenencia, para poder sentirnos orgullosos de nuestro México, pero con datos como el anterior en vez de causar un efecto positivo, llega a la mente de muchos mexicanos el pensamiento de reflexión sobre lo que somos y hasta donde se quiere llegar con los hábitos alimenticios que día con día se fomentan en los niños.
Mucha gente lo dice, pero es poca la que en verdad pone en práctica la frase que dice que los pequeños detalles hacen la diferencia y si poco a poco empezamos a cuidar a nuestros infantes sobre los alimentos que consumen y sobre todo enfatizamos en la cultura de la comida sana, ya que si en cada casa se empieza a hacer común este tipo de detalles que en verdad hacen la diferencia dentro de 20 años los niños que hoy hacen lo mismo que Carlitos, no serán parte de los índices de obesidad que aquejan actualmente a México. Es importante saber que no siempre es bueno ser el primero en todo, a veces también es bueno ser el último, qué contradicción, pero bueno, así es la vida y se tiene que tomar como viene pero siempre tratando de ser mejor aunque seas el último.