Javier Aguirre (Der.) y Mario Carrillo ponen a punto a los convocados que están trabajando en la concentración del Tri. (El Universal)
México, Df .- Todavía a la caza de la identidad que prometió, Javier Aguirre voltea y echa un vistazo al plantel con el que trabaja previo al Mundial de Sud-áfrica. El técnico nacional está convencido de que no falló en la elección de jugadores y reconoce los buenos resultados como los únicos elementos que al final del camino le darán valor al trabajo realizado, más allá de los grandes sueldos y los próximos por venir.
Aguirre se niega a guiar el destino del Tricolor con base en lo que sus elementos proyectan en lo económico. El estratega insiste que se ha rodeado de futbolistas de compromiso y orgullo social. Pone en la mesa los ingredientes para que el equipo encuentre el éxito deportivo, gane puntos y cotice el precio máximo posible.
"El valor de un equipo te lo va dando el tiempo y los resultados", dispara el "Vasco". Ya esas líneas marcan el objetivo del técnico, quien insiste en que tiene para romper con los paradigmas que quiebran el espíritu tricolor. "El valor te lo da el resultado final, la manera en que juegues al futbol y respetes la esencia del juego, en que vayas implementando un estilo y dejando una escuela. En esa medida se va dando un valor", dice.
El técnico nacional hace un rápido ejercicio de memoria. Con más de 25 años en el futbol, ha visto de todo, y por eso advierte que no siempre el "mejor es el campeón". Cree en los accidentes propios del deporte, pero trabaja para evitarlos. No quiere sorpresas, en busca de dejar el cargo de seleccionador con la mejor actuación de México en los mundiales.
Javier asegura que para hacer el equipo que jugará en Sud-áfrica "no hay caprichos, no hay compromisos, no hay cuestiones personales; se elige a los que tú quieres y que se adaptan a la manera que quieres jugar".
"Nuestro límite lo ponemos nosotros, nuestro techo somos nosotros mismos. Pensar en hasta dónde queremos romper esta inercia, esta historia de México en el futbol. Hasta dónde somos capaces de llegar, y en ese sentido, los chavos están conscientes de que quieren hacer algo distinto". Casi grita. Es un tipo que sueña, pero no se marea sin siquiera haber llegado a territorio mundialista.
Sin contratiempos
Sin ningún contratiempo llegó la Selección mexicana de futbol al hotel de concentración en esta localidad para desarrollar un minicampamento que incluye acondicionamiento físico y desarrollo de futbol.
El equipo fue trasladado en autobús del Centro de Alto Rendimiento, en el sur de la Ciudad de México, y en aproximadamente tres horas llegó a su destino sin ninguna dificultad. En el trayecto por Valle de Bravo, los habitantes se sorprendieron al ver el autobús del Tricolor y, como siempre, el nombre más escuchado de la afición fue el de Cuauhtémoc Blanco.
A la llegada al hotel hubo pocos aficionados para dar la bienvenida a los seleccionados, en parte por las restricciones a consecuencia de las medidas de seguridad para que los seguidores del Tri no puedan estar cerca de sus ídolos. "Los vamos a ver el sábado, dicen que van a dar una exhibición en el campo La Capilla. Hay que ver si venderán los boletos o va a ser gratis", dijo una persona que estuvo a la entrada de la calle principal.
Buscan un lugar
Los convocados quieren estar en Sudáfrica.
Tal vez internamente piensa feo Miguel Sabah, que Nery Castillo pueda llegar al Mundial y él lo vea a través del televisor.
Israel Castro, de los Pumas, aseguró que esta concentración ayuda en la integración del grupo.