Como el próximo lunes se celebra el Día de la Mujer, estuve pensando qué ejemplo femenino podía evocar en estas líneas como muestra del potencial que tienen ellas.
El problema no era encontrar uno, sino escogerlo entre tantas mujeres que saltaron a mi memoria. Sin ir más lejos, pensé en Rocío, mi madre (tengo, aunque lo duden), que fue juez y cuya biografía podría ser una novela.
Pensé en mujeres que no han existido y que conocemos todos: Madame Bovary, Dulcinea del Toboso, Lolita. Pensé en mujeres cuya belleza y carácter son míticos: Cleopatra, Nefertiti, María Teresa.
Pensé también en mujeres que se han dedicado a la política: presidentas como Michelle Bachelet, Cristina Fernández. Pensé en mujeres deportistas: Iridia Salazar, Mariana Juárez, Elena Isinbayeba. Pensé en mujeres que se dedican a las artes, como la violinista Natalia Riazanova, como la pintora Tábata Ayup, como Sor Juana.
Entonces recordé que en este mismo espacio había comentado mis ansias por leer la más reciente novela de Yolanda Natera, titulada Más Allá del Desierto. Y supe que de algún modo había encontrado el comentario de este día, porque reseñar el libro permitiría compartir con ustedes mucho más que una fecha.
En 177 páginas, Más Allá del Desierto nos cuenta los últimos encuentros de la narradora con Eugenia, infatigable viajera española que solía pasar por La Laguna cada vez que visitaba México. Conversaciones, paseos, lecturas, música, platillos, desfilan por estas páginas narradas con prosa honesta, sin artificios.
No se trata de un simple muestrario de tradiciones y espacios laguneros: las cosas sirven aquí como un soporte material que permite narrar qué ocurre dentro de nosotros cada vez que un amigo o un familiar cercano muere, cuando "el destino cae implacable y no hace preguntas".
Además de Más Allá del Desierto, Natera ha publicado también la novela Otro Amanecer y los libros de cuentos Desasosiegos y Corazón sin Dueño. Ha ganado el Premio Nacional de Cuento Campirano Marte R. Gómez, el Premio Estatal de Cuento Julio Torri y el Premio de Cuento Magdalena Mondragón.
El volumen, publicado por el Icocult en la colección La Fragua, es una clara muestra de por qué La Laguna ha sido nombrada por algunos críticos la nueva cuenca literaria del norte del país.
Entrañable como una historia contada entre amigos, Más Allá del Desierto es de esos libros difíciles de encasillar en los géneros convencionales: ¿novela sin ficción, memoria novelada, bitácora de un viaje emocional? Más allá de etiquetas, lo importante es que se trata de un relato emotivo, bien escrito, que celebra la capacidad de encontrarse más allá de las distancias y del tiempo.
Y ya que hablamos de trascender los géneros: cualquiera de las mujeres que he mencionado aquí es valiosa en tanto ser humano, y no por su género.
Ver el día de la mujer como una graciosa concesión sería, de algún modo, fomentar machismos sin sentido. Las aportaciones y legados de quienes he mencionado en esta columna son concretos y no se deben en modo alguno a su condición femenina, sino a su estatura humana. Pero eso sí, quién lo niega: no queda otro camino que adorarlas.
Comentarios: vicente_alfonso@yahoo.com.mx