"La mejor manera de saber si se tienen amigos es arruinarse. Los que resisten más tiempo son tus amigos", escribió Raymond Chandler recordando la desesperación en que lo sumió verse sin empleo en medio de la crisis. Paradójicamente ese cruce de emergencias, la personal y la colectiva, fueron uno de los factores que propició el nacimiento del Chandler escritor.
Este autor, uno de los padres del llamado "hardboiled" norteamericano, dijo muchas veces que no entró al género por gusto sino por necesidad. Escribir para los pulps (cuadernillos con historias macabras que se vendían por unos cuantos centavos de dólar) era una forma de vender rápidamente sus textos. Aún así, era exigente con su trabajo: dedicó cinco meses a escribir el primer relato que envió a Black Mask, Blackmailersdon'tshoot. Lo mismo ocurrió con sus novelas: Para cuando comenzó a escribir El Sueño eterno, su primera novela, había leído muy pocos libros de este corte. Admiraba a Hemingway, a Dashiell Hammett y a Austin Freeman, despreciaba a Agatha Christie.
Con todo, ser escritor no resultó rentable en un principio. De 1932 a 1938, Chandler ganó sólo 1,275 dólares: la décima parte de lo que ganaba como ejecutivo petrolero. Fueron años duros. Solía contar que había pasado hasta cinco días sin comer otra cosa que un plato de sopa. "Esto no acabó conmigo -escribiría más tarde- pero tampoco aumentó mi amor por la humanidad".
Este estoicismo cínico es uno de los rasgos que el autor heredó a Philp Marlowe, el personaje-narrador de sus novelas. Pero El sueño eterno va de lo superficial a lo profundo, de la desfachatez al realismo. Conforme avanza la historia, el tipo duro que es el detectiveMarlowe se va perfilando como un sujeto con muchos más principios de los que convienen a alguien de su oficio.
El sueño eterno contiene demasiados revólveres, demasiados vasos de whisky, demasiadas mujeres hermosas con cigarrillos. Y sin embargo Chandler logró escribir en sólo tres meses una novela entrañable, visceral y racional, que exhibe en alguna medida muchos de los elementos de la literatura chandleriana: un hábil manejo de los implícitos, una capacidad de descripción excepcional y una poderosa economía del lenguaje. Marlowe actúa y después aclara las razones de su actuar, lo que le imprime tensión a los relatos.
¿Cuál es el sueño eterno? En un primer plano es la muerte, no hay duda. Pero el sueño eterno puede ser también el que vive quien no ha perdido la inocencia, quien está todavía convencido de una visión esperanzada de la realidad. En una sociedad sórdida en donde las acciones criminales se reconstruyen en los diarios al gusto del mejor postor, donde los policías y los guardianes de la ley son mercenarios con precios y tarifas establecidas, el cínico detective Philip Marlowe es un guardián del sueño eterno entendido como la preservación de la esperanza. Su misión es una tarea a la que incluso los policías han renunciado ya.
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