Museo del Juguete Antiguo. El hombre de hojalata, uno de los juguetes emblemáticos del Siglo XX.
Lo que se inició como una colección privada en 1955, al rescate de objetos y juguetes antiguos en mercados de chácharas, tianguis, bazares, toy shows de México y del mundo, se ha convertido en uno de los museos más completos del Distrito Federal. Se trata del Museo del Juguete Antiguo de la Ciudad de México (MUJAM), un edificio en la colonia Doctores atiborrado con más de un millón de piezas, de las cuales sólo se exhibe un 5%.
Esta colección, considerada como la más grande del mundo, resguarda objetos y juguetes de la vida cotidiana de México desde finales del Siglo XIX hasta finales del XX. Ahí está, por ejemplo, una locomotora a escala que, se supone, perteneció a los hijos del Presidente Porfirio Díaz, rescatada en una hacienda de Puebla.
Para rememorar la historia, en septiembre se inaugurará en el MUJAM la exposición Juguetes del Bicentenario 1910-2010, en donde se exhibirán yoyos, trompos, damas chinas, baleros, accesorios de lucha libre, historietas, futbolitos, atuendos, miniaturas, juegos de mesa, boliches, muñecas, rompecabezas. Serán más de 40 mil piezas en exhibición.
PARA NIÑOS Y ABUELOS En el museo se aprecian piezas nacionales y extranjeras, de producción artesanal y en serie. Aquí los niños conocen objetos con los que sus abuelos jugaron, pero también es un espacio donde los adultos se transportan a su pasado al ver los juguetes que marcaron su infancia.
Robots de todos los tamaños y estilos, naves espaciales, una colección de GI Joe→ s, la muñeca de porcelana más antigua, juguetes piñateros, caleidoscopios, camioncitos de madera, juegos de té en miniatura, una casa de muñecas alemana, una colección de autos de una reconocida marca japonesa, barcos, una Baticueva con detalles referentes al superhéroe, juguetes franceses de cuerda, rockolas de los 50, estampas y cómics, son sólo algunos juguetes y objetos de esta colección.
El museo cuenta también con un acervo de lucha libre, grabados, programas, fotos, juguetes, máscaras auténticas, atuendos y documentos originales; sobresale la colección de objetos originales del Santo, capas, cinturones, botas, máscaras y cartas escritas por el luchador a su esposa.
La propuesta visual del museo resulta impactante: destaca la forma en que se exhiben las piezas; se trata de instalaciones realizadas por la familia de coleccionistas Shimizu, originaria de Japón, que es la que dio vida a este lugar.
"No queremos exhibir los objetos en una vitrina como en cualquier museo, sino que tratamos de darle un tono lúdico, en su contexto para que sea más atractivo", dice Roberto Shimizu, hijo del fundador del museo, y también curador y coleccionista.
"El objetivo del museo no es presentar la historia o cronología de los juguetes, sino mostrarlos para que la gente lo disfrute, recuerde su infancia, conozca y reviva la vida popular e histórica de México", cuenta Alberto García, encargado de difusión.
Otra vertiente del MUJAM es que conserva objetos que marcaron una época: es el caso del mascaron "El Negro" del salón Colonia, así como cuadros originales y tamboriles de este histórico lugar. Figuran objetos representativos del imaginario social mexicano como la marquesina y el proyector original del cine Ermita, cámaras de Televicentro, el libreto de la película El Patrullero 777 de Mario Moreno Cantinflas a quien está dedicada una vitrina con muñecos y objetos. Allí mismo se ve un comedor original de la casa de Pedro Infante. En su acervo guarda, además, poesías originales de Francisco González Bocanegra, autor del Himno Nacional Mexicano.
El museo tiene un área destinada a la exhibición temporal de trabajos de coleccionismo, arte y expresiones culturales. Así, por estos días exhibe, la "Colección más Grande del Mundo de Muñecas Antiguas y Contemporáneas y sus Accesorios".