El Tri se aplica y gana

Con paciencia y un futbol de pases rápidos, México logró quebrar el duro cerrojo defensivo de Corea del Norte, para derrotarlo 2-1 en el Estadio Corona, que lució pletórico con aficionados laguneros que nunca dejaron de apoyar al Tricolor.

El equipo azteca poco pudo hacer en los primeros 45 minutos, ante el buen planteamiento de los asiáticos, que no brindaron ninguna concesión y libertad a los delanteros mexicanos. Tuvo que llegar en la parte complementaria Cuauhtémoc para en jugada a balón parado, abrir el marcador.

Pero un grueso yerro de Memo Ochoa, quien atajó de mala manera el esférico, permitió la igualada momentánea de los visitantes. El evidente error del arquero americanista, ocasionó que la gente comenzara a corear: "Oswaldo, Oswaldo, Oswaldo", en alusión a la no convocatoria del guardameta santista.

Cada vez que el guardavallas mexicano tocaba el balón, los aficionados lo apretaban y gritaban "goooooool", aunque los ataques norcoreanos vinieron a menos y no tuvo mayor complicación. El "Chicharito" apareció para poner las cifras definitivas.

Respecto al partido, fue Corea del Norte el primero en avisar, luego de un tiro que pasó muy cerca del arco azteca, por parte de Chol Hyok An. México respondió por conducto de Jonathan dos Santos, quien jaló del gatillo luego de un espectacular "caño", pero el balón se fue desviado.

Tres aproximaciones más tuvo el Tri. La primera en un tiro del "Chicharito", que se fue a un costado del marco norcoreano, para que luego Cuauhtémoc estuviera cerca, en un cabezazo que fue contenido por Ri y luego en un tiro libre, que se impactó en la base del poste.

Antes del descanso, la escuadra de régimen todavía comunista, contestó con un tiro de In Guk Mun, que fue a parar a las manos de Ochoa. También hubo un tiro lejano de Pak, que se fue a la tribuna.

Para la parte complementaria, comenzaron los cambios y movimientos de piezas, tanto por Javier Aguirre, como por el norcoreano Kim Jong Hun, aunque el nivel futbolístico no pudo mantenerse, incluso Jonathan desapareció y tuvo que ser relevado.

Cuando el marcador estaba igualado, vino una reivindicación de Ochoa, al atajar un tiro angulado y raso del zaguero Pak. Los aficionados le reconocieron el lance con una carretada de aplausos, en un tiro que tenía mayor grado de dificultad que el mismo gol que se "comió".

El "Vasco" hizo ingresar a todos sus hombres de banca, excepto al arquero Luis Michel. La orden fue abrir el esquema defensivo, con resultados exitosos, pero bien estuvo la zaga asiática para sacar todos los balones con etiqueta de peligrosidad.

Buena fue la labor del árbitro panameño Roberto Moreno, que en situaciones apretadas optó por el criterio de marcar a favor de los anfitriones. Como detalle, fue que a pesar de que se disputó el balón con intensidad, no sacó tarjetas preventivas a nadie.