Jesús Ramírez no es el único que podría perder su trabajo si el América no clasifica a la liguilla. Los jugadores cremas están conscientes de que todos corren el mismo riesgo. (Jam Media)
El mediocampista Pavel Pardo aceptó que Michel Bauer, presidente del América, ya habló con ellos y les dejó en claro que el sábado ante Chiapas es la última oportunidad que tiene el equipo de calificar, y en caso de no hacerlo las cosas en el club podrían cambiar.
"El presidente habló con nosotros y nos dijo que era la última oportunidad para todos, es ganar o ganar, no había margen de error, el sábado tenemos que ganar sí o sí. Si el objetivo no se consigue, entonces la directiva tomará cartas en el asunto, hará un análisis en el cual va a decidir qué es lo mejor para el club", dijo.
Comentó que entiende por completo estas palabras del jerarca americanista, y que inclusive no las sintió tan fuertes, ya que si él ocupara su lugar, habría hablado con mayor firmeza.
"Yo lo noto como algo normal, si estuviera en su lugar haría lo mismo o hasta peor, entonces es normal que las palabras de él sean así, la exigencia de la gente, el club, la institución, o sea todo, sabemos que somos profesionales y como tal tenemos que responder a todas estas expectativas que la gente tiene", indicó.
"Después de perder un clásico es difícil de asimilar, más por la forma en que hemos jugado, no hay pretextos porque aquí estamos los que tenemos que estar, no hay más y tenemos que dar la cara, responder y sacar los resultados adelante. Claro que nos duele y el ánimo hasta ayer era triste, pero hoy cambia la situación", apuntó.
