El Último Exorcismo causará escalofríos
Posiblemente más de uno esté cansado del recurso de película de terror rodada cámara en mano, como si se tratara de un documental, buscando el efecto de veracidad o mayor proximidad de los hechos que se nos narra. El Último Exorcismo, es el nuevo grito en este recurso formal.
Historias como El proyecto de la Bruja de Blair, Paranormal Activity o la española [Rec] son títulos que, pueden gustar más o menos, pero al fin y al cabo emblemáticos y referentes del género de "grabaciones (supuestamente) reales". El segundo largometraje del alemán Daniel Stamm, El Último Exorcismo, llegó a ser número 2 de taquilla en Estados Unidos la semana de su estreno, pese a su escueto presupuesto de un millón 800 mil dólares.
La historia se basa en un reverendo evangélico que desea poner de manifiesto los fraudes que hay entorno a posesiones demoníacas que no son. Por ello, acepta que una reportera y su cámara le sigan en su vida cotidiana para realizar un documental sobre el engaño de los exorcismos. Él mismo ha practicado varios ritos de éstos.
El filme de Daniel Stamm no innova, no generará escuela o secuelas como sus referentes norteamericanos anteriores, incluso usa la trampa de poner banda sonora a las supuestas grabaciones reales; y su pase en Sitges se dividió entre la acogida tibia y los que sí "disfrutaron".
Sin embargo, tiene mucho que la hace mejor que sus anteriores referentes. El actor Patrick Fabian, quien da vida al protagonista, al reverendo Cotton, muestra convicción, fuerza y carisma en su interpretación; los diálogos y fragmentos de entrevistas son ágiles, logra pasar de las introducciones y presentaciones generales a ingeniosos momentos de comedia protagonizados por el descreído Cotton, hasta llegar a un tramo final realmente aterrador que le gustará a los seguidores de estos filmes.