En el marco de las elecciones para renovar autoridades en el Estado de Durango, el Consejo Municipal Electoral de Gómez Palacio impuso una multa a la Coalición Durango nos Une, que tiene como candidato a la alcaldía de dicha ciudad al empresario Augusto Ávalos.
De acuerdo a información publicada por El Siglo de Torreón, la multa obedece a que según el Consejo Municipal Electoral, la coalición opositora referida está llevando a cabo una campaña difamatoria en contra de la candidata del PRI, Rocío Rebollo.
La campaña de Ávalos se basa en dos pilares: Un llamado a la alternancia que justifica en la necesidad de modernizar la política gomezpalatina en base a la participación ciudadana, que tenga como resultado un ejercicio eficiente del gobierno y una administración honesta de los recursos públicos. Por otra parte, Augusto denuncia la pertenencia de su adversaria a lo que considera un cacicazgo histórico local que en complicidad con un fuerte centralismo discriminatorio ejercido desde Durango Capital, han llevado a Gómez Palacio al lamentable estado en que se encuentra.
Esta última faceta de la campaña en cuestión es la que ha dado lugar a que se le considere difamatoria, lo que resulta indebido porque la Oposición no pretende ofender los sentimientos personales de la candidata del PRI ni hacer escrutinio de su vida privada, sino denunciar vicios de la vida pública regional, a partir del señalamiento de verdades evidentes como es el hecho de que la candidata oficial es hermana del actual diputado federal por el PRI Ricardo Rebollo, quien habiendo sido elegido presidente municipal para la actual administración, abandonó el cargo a la mitad del camino a despecho de la voluntad ciudadana que lo eligió alcalde por tres años.
Como consecuencia de lo anterior la multa aplicada a la Coalición es infundada y constituye un ultraje al libre ejercicio del debate político, porque impone una camisa de fuerza a la elección en beneficio del PRI y su candidata.
La otra realidad que la campaña de la Coalición denuncia, es que el Municipio de Gómez Palacio está en quiebra y endeudado, en virtud de una fuga de dinero aplicado a sueldos y salarios que por su exceso resulta inevitable asociar al gasto electoral de los últimos tres años, lo que trae como consecuencia el deterioro generalizado de los servicios y el colapso de la obra pública. Es posible constatar estas últimas realidades con vista a las propias cuentas rendidas por la administración actual y con un simple paseo por la ciudad cuya postración se aprecia a simple vista.
El deterioro de Gómez Palacio no es nuevo y sería injusto achacarlo en su totalidad a los Rebollo. La ciudad fundada a partir de la riqueza del campo lagunero, fue privilegiada con la presencia de centros educativos de excelencia y la instalación de unidades industriales que en su tiempo fueron de clase mundial sin embargo, el centralismo de Durango Capital, asociado a cacicazgos políticos y sindicales locales, fueron debilitando la cohesión social, generando en los gomezpalatinos la tendencia a un éxodo silencioso, pero constante, hacia la vecina ciudad de Torreón.
Es cierto que la comunidad de Gómez Palacio conserva elementos de la sociedad abierta y progresista que constituye su vocación natural, y precisamente a ellos está interpelando Augusto Ávalos para rescatar el futuro.
Por ello es legítimo que la crítica de la Oposición apunte a la pertenencia de Rocío Rebollo a una corriente histórica de ejercicio del poder que a fuerza de cerrarse sobre sí misma, adquiere en los últimos tiempos ribetes dinásticos. De hecho antes de la designación de Rocío como candidata, se produjo en el interior del PRI gomezpalatino un movimiento disidente que en su momento exigió un proceso interno de selección abierto a las diversas corrientes de dicho partido, que fue ignorado para mantener el esquema de imposición desde la cúpula duranguense.
Los vicios que en la composición del gobierno entraña semejante modelo de ejercicio del poder pugna con el sistema democrático, por lo que contrario a lo argumentado por el Consejo Municipal Electoral al decretar la multa, amerita ser tema de campaña, elemental propuesta y debate ineludible, para que Gómez Palacio asuma el futuro cívico y político que merece.
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