L A experiencia electoral 2009 -si bien fue de carácter federal-, nos dejó varias lecciones: Hoy sabemos que dicha elección alcanzó 44.68% del total del padrón electoral, y con ello superó la elección intermedia 2003, en la cual sólo votó 41.68%. Claro está, que si restamos los votos nulos (5.39%) y los votos para candidatos no registrados (0.18%) obtendríamos un penoso 39.11%, todo ello supuso al Instituto Federal Electoral una erogación que rondó los 12 mil 800 millones de pesos.
2010 vuelve a ser un año electoral, y la pregunta obligada es cuánto costará promover el voto electoral en las 12 gubernaturas en juego. Un costo aproximado - tal vez conservador - puede fijarse bajo los siguientes supuestos: 1) Que los topes de campaña se respeten, 2) Que en cada entidad concurran al menos 3 candidatos a la gubernatura, y 3) Que el número de electores sea constante en cada entidad, de acuerdo a la elección estatal anterior.
De esta forma es posible obtener un monto aproximado por entidad; es decir, se multiplica el tope de campaña por tres, cantidad que al dividirse entre el número de votantes nos da el costo promedio del voto electoral por estado. He aquí los siguientes resultados:
Chihuahua con un tope de campaña a la gubernatura de 26 millones de pesos y un registro de 993 mil 511 votos, erogará 78 millones de pesos tan sólo para elegir gobernador. Lo que implica un costo promedio de $78.50 pesos por elector.
Aguascalientes con 10 millones 719 mil 532 pesos como tope de campaña y un registro de 343 mil 991 votos, invertirá 32 millones 158 mil 596 pesos para elegir mandatario. Generando con ello un costo de $93.49 pesos por persona.
Sinaloa con un tope de campaña a la gubernatura de 25 millones 867 mil pesos y un registro de 912 mil 569 votantes, gastará 77 millones 601 mil pesos promoviendo el voto. Es decir, el voto costará $181.49 pesos.
Tamaulipas con 71 millones 969 mil 187 pesos como tope de campaña y un registro de un millón 79 mil 239 votos, erogará 215 millones 907 mil 562 pesos para elegir gobernador. Lo que implica un costo promedio de $200 pesos por voto.
Durango fijó su tope de campaña en 19 millones 105 mil 218 pesos y tiene un registro de 994 mil 407 votos, ello supone que a este estado le costará 57 millones 315 mil 654 pesos promover el voto. Lo que da un costo promedio de $57.64 pesos por elector.
Oaxaca con un tope de campaña a la gubernatura de 62 millones 824 mil 708 pesos y un registro de un millón 5 mil 94 votos, invertirá 188 millones 474 mil 124 pesos para elegir mandatario. Generando con ello un costo de $ 187.52 pesos por persona.
Veracruz con 36 millones 406 mil 167 pesos como tope de campaña y un registro de 2 millones 754 mil 606 votantes, gastará 109 millones 218 mil 501 pesos promoviendo el voto. El cual costará $39.64 pesos.
Hidalgo fijó su tope de campaña en 17 millones 277 mil 563 pesos y tiene un registro de 699 mil 747 votos, ello supone que a este estado le constará 51 millones 832 mil 689 pesos promover el voto. Lo que da un costo promedio de $ 74.07 pesos por elector.
Quintana Roo con un tope de campaña a la gubernatura de 25 millones 321 mil 383 pesos y un registró 328 mil 884 votos, invertirá 75 millones 964 mil 149 pesos para elegir mandatario. Generando con ello un costo de $230.98 pesos por votante.
Puebla con 61 millones 462 mil 676 pesos como tope de campaña y un registro de un millón 785 mil 997 votantes, gastará 184 millones 388 mil 28 pesos promoviendo el voto. El cual costará $103.24 pesos.
Zacatecas fijó su tope de campaña en 45 millones 370 mil 854 pesos y tiene un registro de 499 mil 929 votos, ello supone que a este estado le costará 136 millones 112 mil 563 pesos promover el voto. Lo que da un costo promedio de $ 272.26 pesos por elector.
Finalmente, Tlaxcala tiene como tope de campaña a la gubernatura 5 millones 267 mil 410 pesos y el antecedente de 421 mil 406 votos, lo que significa que este estado gastará 15 millones 802 mil 230 pesos. Es decir, su costo promedio por elector es de $37.49 pesos.
Si bien es cierto que estos montos son conservadores, ya que habrá que agregar los gastos de los institutos electorales, así como los gastos a presidencias municipales y diputaciones locales, más los gastos indirectos o no registrados, también es cierto que esta aproximación nos muestra que el sistema político requiere una reforma profunda que cale hondo y marque una nueva era en la competencia política; que a todas luces es excesiva e inoperante para la calidad de vida del grueso social.
Analista Político
