Existe una tendencia a proteger a las embarazadas por el instinto de cuidado, de darles un trato especial en el cual principalmente se les procura reposo y que no realicen tareas pesadas.
“¿Cuándo te alivias?”, es una de las preguntas más comunes que suelen formularse a las mujeres embarazadas, especialmente cuando su gestación ya supera los seis meses y su abdomen es más voluminoso, tratándolas como si padecieran algún tipo de enfermedad que les impidiera hacer su vida normal.
Un embarazo conlleva ciertas modificaciones en el cuerpo de la mujer debido a los cambios hormonales que enfrenta, es algo fisiológico propio de la etapa de la reproducción; sin embargo, la gestación nada tiene que ver con una enfermedad.
Ver a una embarazada como alguien que en algún momento ‘va a aliviarse’ es un pensamiento originado en la antigüedad, cuando la mujer era formada exclusivamente para dedicarse al hogar y encargarse del cuidado de los hijos, de modo que no era común ver a féminas en dicho estado en la calle, desarrollando una vida activa.
Pero la situación ha cambiado, el grado de educación y el nivel profesional que alcanzan hoy en día las mujeres es igual al de los hombres, no obstante muchos siguen viendo a las futuras madres como personas que no pueden desempeñar sus actividades cotidianas.
MUJERES ACTIVAS
Existe una tendencia a proteger a las embarazadas por el instinto de cuidado, de darles un trato especial en el cual principalmente se les procura reposo y que no realicen tareas pesadas. La Gineco-obstetra Verónica Prieto señala que una mujer gestante puede continuar perfectamente con su rutina normal, trabajar, hacer ejercicio y tener vida social sin ningún problema, aunque reconoce que esto podría no ser al 100 por ciento por ciertas restricciones físicas, debidas al crecimiento del abdomen.
En el mundo laboral, la incapacidad por embarazo se otorga alrededor de la semana 34, que es cuando la futura madre se agota más fácilmente por cuestiones circulatorias, molestias en la columna o inflamación en las piernas, requiriendo mayor descanso. En ese punto “ya están más limitadas para algunas actividades como conducir un vehículo; por eso en el octavo o noveno mes se les pide que manejen sólo lo indispensable y eviten las horas de congestionamiento, porque el volumen de su cuerpo y el espacio del vehículo no les permiten girar y maniobrar tan fácilmente, ese es el único motivo”, expone la especialista.
LOS MITOS
En torno a los embarazos se han creado diferentes mitos sobre lo que las mujeres no pueden hacer durante esta época, creando ‘por tradición’ toda una serie de impedimentos para el desarrollo normal de su rutina. Algunas de estas afirmaciones tienen un ligero fundamento, pero la mayoría no.
Por ejemplo se habla de que no deben usar tacones “porque ocasionan abortos”, lo cuál es totalmente falso. Otro error frecuente es aseverar que no pueden continuar con tranquilidad su vida sexual, pues en realidad lo ideal es que mantengan su relación de pareja como de costumbre.
Vale la pena hablar aquí de los famosos antojos, los cuales nada tienen que ver con el bebé, quien recibe únicamente los nutrientes ya procesados de cada alimento, es decir los aminoácidos, las proteínas y los carbohidratos, por lo que las señoras precisan cuidar su dieta. Algunas se escudan en ese mito porque les dicen que si no ingieren determinado platillo “el niño va a salir con la boca abierta”; en cambio, “lo que sí suele pasar es que se presente un incremento excesivo de peso que a su vez podría causar complicaciones como una diabetes estacional, cansancio mayor, o que la persona se hinche más rápidamente”, expresa la gineco-obstetra.
Las embarazadas tampoco tienen que soportar sus canas, pueden seguir tiñéndose el cabello siempre que sea con productos suaves que no contengan amonio ni peróxido, actualmente ya no son tan frecuentes los fijadores tóxicos que se utilizaban antes.
En cuanto a la advertencia de que tienen que acostarse forzosamente sobre el lado izquierdo, “esto tiene una base real en cuanto a que así hay una mejor circulación al útero, pero muchas la toman en forma muy rigurosa; la posición para dormir es cualquiera que les resulte cómoda, sólo evitando posturas que las hagan sentir sofocadas”, manifiesta Verónica Prieto.
¿QUÉ SE PUEDE Y QUÉ NO?
Durante el embarazo es necesario cuidar algunas cuestiones relacionadas con la salud, a fin de que el bebé tenga el mejor desarrollo posible. En ese contexto, la Doctora Prieto advierte que hay cuestiones que en definitiva es preciso descartar, como el consumo de tabaco, alcohol, drogas y la automedicación. Asimismo es importante que las mujeres gestantes lleven una alimentación adecuada en cuanto a horario y calidad nutritiva, olvidándose de los ayunos, que son muy perjudiciales. También se les sugiere abstenerse de aquellas actividades que las expongan a caídas o a golpes, y ejercicios de alto impacto que podrían lastimar sus articulaciones o columna. “Incluso deben evitar el uso de algunos productos domésticos para el aseo de la casa, como cloros y detergentes”, explica la entrevistada.
Por otro lado, es poco recomendable que visiten lugares concurridos y sitios donde haya abundante humo o exposición a empujones. Vigilando ese aspecto, pueden acudir sin dificultad a espectáculos, convenciones, fiestas y reuniones.
Es perfectamente viable que viajen sin complicaciones, la única indicación al respecto es que no lo hagan cuando ya esté muy cerca su fecha de parto, pero no por el traslado en sí, sino por la posibilidad de que la labor de alumbramiento inicie en pleno trayecto, lo que podría ser peligroso.
El ejercicio es otra de las actividades que las embarazadas no deben suspender, en algunos casos se aconseja bajar la intensidad del mismo, pero en general son capaces de continuar su rutina física sin problema durante los nueve meses.
Si usted o alguien de su familia está embarazada y no sabe si puede o no realizar determinada acción, no dude en consultar a su ginecólogo. Informarse es más efectivo que dejarse llevar por los consejos populares.
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