El estratega del conjunto de Coapa tiene en mente no dirigir a otro equipo más que a las Águilas, aunque la decisión la tienen los directivos, aseguró.
La cálida brisa caribeña y el mar turquesa componen el escenario ideal para la reflexión de Manuel Lapuente. El experimentado estratega asegura que lo tiene claro: las Águilas son el último equipo que dirigirá.
"No sé cuándo será, eso depende de mis directivos, pero mi intención es retirarme con el América", sentencia el "Hombre de la boina".
Son más de tres décadas de bagaje en los banquillos. En su hoja curricular se presumen éxitos a nivel de clubes y con la Selección Mexicana, pero desea añadir algunos más y, entonces sí, despedirse.
"De salud me siento muy bien, así es que -si de eso depende mi retiro con el América- me falta mucho", ataja el director técnico. "Acuérdese de que me contratan para pensar, no para correr... Deje que corran los muchachos".
Los cinco títulos de Liga que ha conquistado le permiten ser uno de los estrategas más exitosos en la historia del balompié nacional, pese a ser considerado defensivo, etiqueta que le desagrada.
"En el futbol no hay ni buenos ni malos, sino los que trabajan y los que no", explica. "Me considero de los que trabajan... Los directores técnicos no tienen estilo de juego".
Encarrerado, intenta encontrar una explicación a lo que se piensa sobre la forma en la que se desempeñan sus conjuntos.
"Ha de ser por esos equipos con los que peleamos el descenso, pero logré salvar", subraya. "Al mismo Tigres van dos veces que los salvo y, obvio, hay que jugar de diferente forma y el director técnico tiene que estar capacitado para poder jugar en cualquier circunstancia".
Ahora dirige a uno de esos clubes que no sólo están obligados a ganar. Convencer es un requisito indispensable para el América... Y promete lograrlo.
"Apenas tengo seis meses con el equipo y se requiere tiempo si se quiere que luzca ofensivamente, que le encante a su público, pero esa es la tirada", lo que le daría la posibilidad de cerrar su trayectoria con broche de oro.
