Entorno. El consumo de drogas al interior de los centros penitenciarios es consecuencia del ambiente del mismo que propicia las adicciones. Una vez adentro, los reclusos pasan por un proceso de desintoxicación e ingresan a rehabilitación si es necesario.
Datos de la Secretaría de Seguridad Pública indican que al interior de los penales alrededor del 55 por ciento de los internos es adicto a alguna sustancia.
José Luis Zaragoza Chacón, titular de Participación Ciudadana de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), destacó que a nivel nacional ocho de cada 10 internos traen consigo un nivel de adicción cuando ingresan, ya sea alto, mediano o bajo, lo que obliga a las autoridades penitenciarias a tomar medidas.
Una vez que son recluidos en los Centros de Readaptación Social (Ceresos), el consumo persiste, "sobre ellos (los que ingresan) un 55 por ciento tiene una adicción a cualquier tipo de droga".
¿CÓMO LAS OBTIENEN?
Respecto de la venta de sustancias ilícitas dentro de los penales, Zaragoza Chacón respondió que "al haber esos porcentajes de consumo que nos dan las estadísticas, necesariamente de algún modo entra droga a los centros".
En torno a las fallas en la seguridad y los filtros para evitar que se introduzcan drogas no precisó la información, "esos sitios son vulnerables para que ese porcentaje de la población sea adicto", por lo que prefirió abundar en cuanto a medidas vulneradas.
Cuando el interno llega al penal, pasa por un proceso de desintoxicación en los primeros 90 días; además, se brinda rehabilitación y se siguen aquellos casos más graves. Participan grupos de AA y el área especializada contra las adicciones.
DE CADA 10
Personas que ingresan a un penal son adictas en algún grado.
55
POR CIENTO
De los internos en centros penitenciarios en México son adictos.
