Las cabezas de tres hombres fueron halladas la mañana del jueves en distintos puntos de la y las autoridades afirmaron que se trata de una reacción al combate contra bandas de narcotraficantes, secuestradores, extorsionistas y otros delitos graves.
"Las dejaron en lugares estratégicos, donde hay mucho tránsito de personas, para que todo el mundo las viera", dijo a la AP el vocero de la policía Donald González.
Las cabezas llevaban adheridos mensajes que indicaron que las decapitaciones eran consecuencia de las acciones emprendidas por el Ministro de Gobernación y al director de presidios.
Una de las cabezas fue dejada a media cuadra del congreso, otra cerca de una estación de bomberos donde se reúnen todos los días decenas de periodistas y una más en las escaleras de acceso a un importante centro comercial.
"Es una respuesta a las medidas que se han tomado para restringir los privilegios de los reos que podían ingresar drogas, bebida, mujeres y de todo a los centros penales y a las capturas que se han hecho en los últimos meses", dijo González.
Las autoridades aún no determinan la identidad de los fallecidos ni han hecho capturas en relación al tema. Además aparecieron dos cuerpos decapitados que podrían corresponder a las cabezas halladas.
La penetración del crimen organizado en Guatemala se ha convertido en uno de los principales problemas del país. De hecho, hay una comisión financiada por Naciones Unidas en el país para combatir la impunidad y las mafias que operan dentro del estado.
El jefe de la comisión, el español Carlos Castresana, renunció el lunes al cargo. "A nivel personal siento que no puedo hacer más por Guatemala", dijo. Continuará en el cargo hasta que la Organización de Naciones Unidas nombre un sucesor.
Explicó que el Estado guatemalteco no ha cumplido con las obligaciones que le manda el acuerdo de creación de la Comisión entre las que está dar mayor presupuesto a la seguridad pública y justicia, pasar leyes que faciliten el combate a la impunidad y nombrar personas idóneas en los cargos de administración de justicia.
Castresana acusó al recién electo fiscal general Conrado Reyes, de formar parte de estructuras del crimen organizado y de desmantelar en 15 días de gestión los logros que se habían hecho en la fiscalía durante 33 meses de trabajo de la Comisión.