El oficial Partido del Pueblo de la Libertad (PDL) de Italia está al borde de la fractura y se prevé que tras la reunión de hoy de su cúpula se decida sobre la expulsión o permanencia de su cofundador, Gianfranco Fini, y sus aliados.
El oficial Partido del Pueblo de la Libertad (PDL) de Italia está al borde de la fractura y se prevé que tras la reunión de hoy de su cúpula se decida sobre la expulsión o permanencia de su cofundador, Gianfranco Fini, y sus aliados.
El PDL nació en febrero de 2008 de la unión entre Forza Italia, el partido creado por el actual primer ministro Silvio Berlusconi en 1994, y Alianza Nacional, un movimiento postfascista encabezado por Fini, actual presidente de la Cámara de Diputados.
Pero la diferencias políticas entre ambos líderes se profundizaron con el paso del tiempo y, sobre todo, con los escándalos de corrupción que han involucrado a algunos miembros del Ejecutivo o cercanos colaboradores del primer ministro.
Fini pide la renuncia del coordinador nacional del PDL, Denis Verdini, un 'hombre de Berlusconi', acusado de corrupción en la construcción de parques eólicos en Cerdeña y de pertenecer a una presunta logia masónica, denominada P3, que intenta condicionar la labor de los órganos del Estado.
Sin embargo, en una entrevista publicada por el diario Il Foglio, Fini buscó un tregua con Berlusconi y le pidió 'resetear todo, sin resentimientos', para mantener 'el compromiso con los italianos' que votaron por el PDL.
Fini consideró que esa era la única manera de evitar una 'deflagración' que se habría llevado por delante al partido y pondría en riego al propio Ejecutivo.
Pero, versiones de la prensa local indicaron que Berlusconi no aceptó la tregua, pues consideró que llegó 'muy tarde'.
Mientras, la presidencia del PDL redactó un 'durísimo' documento de censura contra Fini y su corriente, que será discutido la noche de este jueves cuando se decida sobre la expulsión o no de los considerados 'rebeldes' de la alianza.
El miércoles, Berlusconi minimizó el riesgo de que una fractura del PDL amenazara la supervivencia de su gobierno, con la salida de parlamentarios hasta ahora miembros de su partido.
'Tenemos los números (para continuar)', confió el primer ministro.
Umberto Bossi, líder de la Liga del Norte, un partido miembro del gobierno, declaró por su parte a la prensa italiana que 'cada uno (Berlusconi y Fini) se irá por su propio camino'.
