Un enfrentamiento entre presuntos narcotraficantes y soldados del Ejército mexicano en el municipio de Anáhuac dejó un saldo de cuatro personas muertas y dos lesionadas, mientras que en Monterrey, elementos de la Marina, sitiaron un sector del llamado barrio antiguo y escoltas del secretario de Seguridad Pública Estatal, fueron detenidos y puestos en libertad más tarde, por no trae consigo el permiso de porte de armas.
Asimismo, en cuatro municipios metropolitanos aparecieron mantas donde grupo de “anti Zetas”, dejaron un mensaje al Presidente Felipe Calderón.
“Sr. Felipe Calderón: con todo el respeto que se merece deje de ayudarnos el veneno se combate con el mismo veneno. Atte Fusion de Carteles de Mexico unidos contra Los "Z". Después de que acabemos continue siguiendonos. Retire al Ejército", destacaba una de las mantas.
Trascendió que algunas de esas mantas fueron retiradas por hombres armados que llegaron en varios vehículos, pues no fue la policía quien la quitó de donde fueron colocadas en los municipios de San Pedro, Monterrey, Escobedo y San Nicolás.
Por otro lado, en la Carretera Monterrey Colombia, en el centro del municipio, de Anáhuac, al norte de esta capital, en la frontera con Texas, una balacera por más de quince minutos entre soldados que se encontraron con un convoy de delincuentes registró un saldo de cuatro presuntos narcotraficantes muertos y dos militares lesionados, aunque para el mediodía el Ejército mantenía el control de la localidad y elementos de la marina acudían en apoyo.
Los informes señalan que los soldados fueron agredidos por los sicarios y mataron a cuatro, entre ellos una mujer, que viajaban en tres de los vehículos, mientras otros pistoleros que circulaban en otras dos camionetas se dieron a la fuga. En los vehículos se encontraron tres armas largas y dos cortas.
Además, en el sector llamado barrio antiguo, una zona de antros dentro del primer cuadro de la ciudad, un despliegue de seguridad por elementos de la Marina, llevaron a la detención de seis individuos.
El operativo se registró en el número 1055 de la calle Abasolo, entre las de Mina y Naranjo hasta donde los militares de la armada llegaron en una decena de vehículos y un camión equipado para sitiar la zona.
Sin hechos que lamentar los marinos entraron al domicilio y detuvieron a los individuos que estaban armados.
A su vez, el secretario General de Gobierno, Javier Treviño, reconoció que fueron cuatro policías estatales los que la Marina detuvo cuando realizaban un rondín en un área aledaña en la que el secretario de Seguridad Pública estatal, Carlos Jáuregui, presidía una reunión.
Los oficiales no traían consigo el permiso de porte de arma y el funcionario explicó sin descartar que la detención se haya debido a confusiones o a una equivocación, que nadie está exento de ser investigado en las acciones que se realizan contra la delincuencia organizada.
Jáuregui aceptó que los elementos detenidos y puestos en libertad posteriormente, son escoltas asignados a su seguridad.
Entre las acciones que realizan aquí la milicia y la armada de México, se realizó un cateo en un hotel de la Avenida Pino Suárez, pero no se detuvo a nadie, luego de que tras la liberación de ocho secuestrados se encontró una llave de ese lugar.