Un temas más que se pone de moda y se mira como si fuera la panacea del futuro son las redes sociales; un invento en ciernes en el cual se le pueden descubrir muchas ventajas o desventajas según se vea.
Se ha puesto de moda porque según se dice este mecanismo sirvió a Obama para llegar a la presidencia de su país. Ni tardos ni perezosos, algunos políticos de nuestro país estarán viendo la forma de cómo aprovecharse de ello con el fin de poder entrar al gran paraíso de los dioses políticos, con la anuencia del pueblo.
Como tantas cosas todo mundo opina cuando el fenómeno recién comienza y aunque ya se le achaquen éxitos aún está por verse la verdadera influencia social. Por lo pronto, se están utilizando como un juego, implementar para decir tonterías o para vender porno que es para lo primero que sirven estas cosas.
No hay que ir muy lejos, con solo entrar la los portales y ver algunos comentarios sobre las fechas que se van celebrando puedes darte cuenta de que la materia gris aún no se distribuye por el Internet. Con relación al 12 de octubre, todo mundo echándole pestes a don Cristóbal, opinando que si fue él o los vikingos los primeros en pisar el continente, o que si los españoles como pueblo conquistador eran tan malos tan malos que no había que hacer meritorio el haber conquistado nuestro continente. Algún tonto por ahí, afirmaba que en la discusión se olvidaba a Américo Vespucio. Que por algo llevamos el nombre de América. (¿Pensaba acaso este pobre analfabeta que Américo descubrió el continente?). Pero si de opinar se trata. Todo mundo opina ya que vivimos en una sociedad de libertades.
El problema con las redes sociales es que todo mundo opina y tú no sabes quien opina porque se esconden en el anonimato y esa es al forma más cobarde de esconderse. Es como los delincuentes de las ciudades que no dan la cara, sino que permanecen escondidos entre la ciudadanía y contra quién puedes hacer la guerra si no tienes al ene migo enfrente o si lo tienes han puesto una barrera de niños entre las dos partes para que no te atrevas a tocarlos ni con el pétalo de una rosa.
Lo puedes adivinar un poco con los comentarios que se hacen para echarle a los que no son de tu partido. Que si haces A te olvidas que en alguna parte del país se están muriendo de hambre. Que si haces B no tomas en cuenta que en otra parte del país se están muriendo de hambre. La credulidad es mucha, a pesar de los maravillosos inventos que tenemos para informarnos. Todo mundo tiende a creer lo que le dicen sin ejercer lo más mínimo la crítica o sin tener en cuenta los contextos.
Ejemplo, la crítica que se hace a los festejos de las fiestas patrias. Pongan ojos, se dice que no hubo que hacerlas porque en Veracruz están inundados y ese dinero mejor sería haberlo aprovechado para solucionar ese problema.
A menos que se tenga una bola de cristal donde ver el futuro, cuando se autorizó el presupuesto para hacer tal evento conmemorativo, que fue por lo menos uno o dos años antes, no se sabía que iba a pasar en Veracruz o en otro estado de la república. Cuando eso pasó el gasto ya estaba hecho. Ese gasto también representa fuentes de trabajo. (Nomas acuérdense que el new deal americano era que el gobierno invirtiera en obras para crear fuentes de trabajo) Que podemos no estar de acuerdo de al manera en que se hicieron los festejos es cuestión de gustos. ¡No festejar! ¿En que país del mundo no se festejan acontecimientos como éste? Y habría muchas cosas más por discutir.
Pero claro, este es el nivel en que funcionan estas redes sociales, en el de la credulidad, de la misma forma que han estado funcionando por otros medios, la prensa, o el rumor, según dictan los intereses de partidos políticos que no dicen esta boca es mía o grupos de poder que esconden perfectamente sus turbios intereses.
Alguien decía que por el internet los libros iban a dejar de existir. Gracias a Dios que eso sólo ha sido una aseveración de un tonto que seguramente en su vida no ha leído nada. Por el contrario, más que antes, se necesita del libro, sobre todo del libro firmado. Que yo sepa quien me lo dice, que tenga la plena seguridad de que no se trata de un cobarde quien tergiversa la realidad con turbios intereses.
La tecnología lo único que nos ofrece son herramientas. El uso sigue siendo responsabilidad de los hombres y por eso mismo hay que tener cuidado de que tanta credibilidad le ponemos a todo lo que leemos. Hoy, en donde la ética y al moral han pasado de moda y son cuestión de museos, deberíamos de prevenirnos, o de prevenir a los menores de edad para que no hagan caso y repitan como pericos todo lo que les dicen que deben de repetir. Más que nuca hace falta que nos volvamos críticos y examinemos la información recibida y tratemos de indagar por otros lados lo que se afirma y lo que se niega. En este tiempo de fetichismos, la tecnología es un fetiche más; si se abusa de ellos estamos en riesgo de perder nuestra humanidad.
Cuidado; sobre todo con la gente menuda, cuidado.
