Esto de los libros es una lucha de la vanidad de 30 escritores en contra de los dictámenes que se dan para la autorización de su publicación. Este cuento de las editoriales a nivel nacional, lo único que ha provocado es que baje horriblemente la ayuda con la que antes contaban los escritores buenos, no tan buenos y hasta malos, para ver publicada su obra.
El año anterior, Saúl Rosales, Magda G de Madero y Rosa Gámez Reyes Retana tuvieron que pagar de su bolsillo sus publicaciones. (Habrá otros casos que yo no conozca). Seguramente la obra quedará en la mano de sus amigos o guardados en algún rincón de su casa. Las 28 obras no elegidas volverán a sus autores que tendrán que conformarse con su vanidad herida.
(Era concurso o ganas de no publicar). Pa que tanto rollo.
Seguramente, si la obra de Manuel Payno o la de Riva Palacio o la Inclán hubiese caído en manos de estos editorialistas, y me atrevo a decir que hasta la de Guillermo Prieto o a lo mejor hasta la de Manuel Altamirano, nunca hubieran visto la luz de imprenta. Si, ya lo sé, se trata de un estilo ahora agotado, el romanticismo, la novela de folletón, la ilusión de construir un nacionalismo que ha resultado ser transnochado.
Pero digo, si el Diablo Guardián fue publicado y hasta es vendido y aún recomendado; Bueno si los propios maestros siguen enchalecando a sus alumnos a Cuauhtémoc Sánchez, que tanto mal hubieran hecho al haber elegido otros tantos libros. No me digan que la novela de Solares que habla de la invasión de Villa a los Estados Unidos (eso fue el pretexto) es un dechado de virtudes; y así habrá muchas más.
Bueno, no tiene remedio. El interés tiene pies. Se demuestra que ese es el interés en matar algo que hace cinco años tenía alas y que ahora sólo queda en sueño.
Opción: el Internet. Si a alguien le interesa leerme póngame un email a: jolhe@hotmail.com le mandaré algo de lo que he escrito. Si a alguien, le interesa que yo lo lea, simplemente mándeme su archivo a esta dirección y tendrá un lector y posiblemente algún comentario sobre lo escrito.
Siguiendo con este asunto, hagamos una liga con el tema de los lectores. Todas estas campañas de la lectura no sé que tanto resultado han tenido; por un lado, y no sé tampoco que es lo que tendría que leer el mexicano. No cabe duda que el autor más leído es el Cuauhtémoc antes mencionado y poco se mencionan a otros autores que no sean de la llamada superación personal. (Filosofía del tener para ser).
Yo que soy maestro de literatura y que pongo por obligación la lectura a mis alumnos que son universitarios (dos libros por semestre. No pido más) me es difícil lograr mi cometido. La mayoría recurre al Internet donde resuelven sus problemas en el rincón del vago o páginas similares. Por eso doy de brincos cuando a alguno le prende la vacuna y se emociona con un autor. (Este semestre fue con Cortazar) y se dice que no todo está tan perdido.
De leer, si leen algunos; por eso llegó a mis manos la obra de Xavier Velazco del diablo guardián. O se leen las novelas de las películas del niño mago (que hacen las veces de novelas de folletón del siglo XIX tales como el judío errante, los misterios de París, Rocambole, de donde autores como Walther Scott obtuvieron su fama; por un lado, y que han conformado el tema mito de su juventud, como en otras épocas se conformó el mito del rey Arturo y de Escalibur). La fama de Velasco es un intento de infringir las leyes, (¿una invitación a que el joven se una a los grupos de corrupción, a los cartel que nos resultan tan molestos? Temas similares planteaban Astucia o los bandidos de rio frio, pero aquellos no eran niñas bien, que robaban a sus padres porque sus padres robaban a la cruz roja. Es literatura que va con nuestro tiempo, y algunos se apasionan con ella.)
Claro que en la viña del señor hay mucho que leer. Del tema que se te antoje encontrarás y si te metes al internet mucho más, porque el hombre vive en la frontera de dos dimensiones, la realidad y sus fantasías, la realidad y sus mitologías, la realidad y sus deseos, sus sueños, sus anhelos. Los segundos pueden ser escritos y antes son escritos que convertirse en reales. Esta es una de las principales características de la obra de Julio Verne; plantearse una realidad antes de que ella exista. Estas funciones las ha venido a suplir el cine y la televisión. El joven de hoy, sirve de las imágenes, todo le dan trituradito, por eso se les dificulta hasta el estudio porque no están acostumbrados a enfrentarse en su soledad a la aridez de un texto. Frente a esto, los textos de la gran literatura moderna han complicado todo, excesivamente pulido, sin ninguna unidad de tiempo espacio y personajes, en una labor profundamente racional.
Finnegans Wake es intraducible.
Lo que tiene que traducirse es la conciencia de las personas que viven en un tiempo y un espacio determinado que no todas serán realidades tan agradables, pero que son esas personas que nos rodean; como lo han sido Mishima o Luis Zapata, o como lo puede ser Malcom Lowry, o el Mismo Poe. Esta es la importancia de que una ciudad publique a sus autores: Sólo para conocernos mejor.