LA VERDAD
La semana pasada hablé del caos y de la necesidad de establecer una verdad para poder dar inicio a un proceso cultural que tuviera una finalidad. Pero el problema consiste en ¿cómo establecer lo que es verdad y lo que no es verdad?
Los que tienen la respuesta pronta dirán: La palabra divina es verdad. Otros, en cambio, seguirán un proceso deductivo y se basarán en la filosofía. Otros, por el contrario, se basarán en los procesos inductivos y harán ciencia. Otros más, habrán de tener confianza en las estadísticas, y otros más en la intuición del poeta. Pero, entonces, entre todos díganme, cual de estos procesos me lleva más prontamente a definir la verdad.
Dirán entonces, aquello que funciona es verdad; pero, a los aztecas le funcionaba Huichilobos, porque por medio de esta religión se hicieron guerreros por al necesidad de un Dios solar de alimentarse de víctimas humanas y llegaron a conquistar toda Mesoamérica hasta que vino una cultura tecnológicamente más fuerte que les hizo trizas su fe en su Dios, volviendo polvo su evolución.
¿Las cosas son verdaderas cuando funcionan? Si digo el sol sale, se mete o está en un Cenit me sirve para hacer relaciones humanas o relacionarme con la naturaleza. ( Salgo al campo al alba, cuando sale el sol) pero da el caso que el sol no sale, ni se mete, ni está en su Cenit, porque el sol no se mueve, es la tierra la que gira, mas desde nuestro punto de vista es, lo que ya sabemos, es falso, el sol es el que se mueve. Mi punto de vista se llama subjetividad, lo que es sería la objetividad. En al vida cotidiana nos movemos más con subjetividades que con objetividades, porque funciona, aunque ¡cómo nos peleamos por lo que es verdad!
Para la soberbia del hombre la física misma le ha demostrado que lo que pensaba era verdad resulta no serlo de todo. La física mecánica, la física de Einstein relativista y la física cuántica no concuerdan entre si. ¿Será que Dios, después de todo, si juegue a los dados? Pensamos que no , que deben existir leyes porque estas nos dan seguridad. El desconocer las leyes naturales o cualquier otro tipo de leyes nos devuelven al caos. ¿Qué me asegura que después del invierno vuelva la primavera? Si no me lo asegura nada tengo un problema grave.
Pero entonces, ¿la verdad? En donde queda la verdad. Otra opción sería pensar que la verdad se en cierra entre todas esas subjetividades que ven desde diversos puntos de vista la realidad y que desde esos puntos de vista nos hablan de su versión, que se esta forma se multiplica y se enriquece.
La verdad del filósofo se complementa con la verdad del religioso, con la verdad del científico con la verdad del artista, con la verdad del político, del ideólogo. La verdad de Proust con la de Faulkner, la verdad de Shakespeare, con la de Cervantes, la de Marx con la de Ricardo, tu verdad y mi verdad
¿Ecléctico? ¿Qué hay de malo en ser ecléctico? Si la verdad no se contrapone a otra verdad entonces se aniquila a si misma. ¿O no es verdad aniquilada la dictadura? Los fundamentalismos? A los únicos que les funcionan son aquellos que las usan para tener un pretexto para eliminar el contrincante y esclavizar a la sociedad. Es la cultura de la muerte. no de la vida. Pienso que la v erad que debe ser buscada es la que da vida, la que toma conciencia de todas las potencialidades y permite que las desarrolles.
¿Cómo conciliar a Heráclito con Parménides? ¿Cómo conciliar a Platón con Aristóteles, a Santo Tomas con San Agustín? De alguna manera hay que hacerlo porque nuestro proceso cultural está compuesto de todos estos elementos y nuestra búsqueda de la verdad se alimenta de todos ellos aunque usted no lo sepa.
Dicen, los que creen que saben, que la voluntad se dirige aquello a lo que la razón le presenta como verdad. No es que la Alemania Nazi quisiera ser mala, creyó que lo que le decía Hitler era verdad y los primeros años le funcionó, salió del caos en que estaba se volvió potencia mundial. Lo mismo pasó con Rusia, lo mismo pasa con todos los pueblos que soportan una dictadura, creen que lo que se les expone es verdad (por eso mismo, es peligroso permitir que lo la crítica o la razón opuesta se publique o se haga pública; y es por lo mismo que hay sistemas que prohíben libros).
La razón del conquistador era la evangelización, eso era lo que decía para no sentirse tan mal por su pasión por el oro. (¿Se acuerdan que Cortes entregaba su casco a los representantes de Moctezuma para que se lo llenaran de oro?)
Este es nuestro proceso contradictorio cultural, queremos una vedad absoluta; por lo limitado de nuestra razón sólo podemos obtener la verdad subjetiva, pero no permitimos que otra verdad subjetiva nos venga a decir que la nuestra lo es. (No es un trabalenguas; simplemente no aceptamos que otro nos diga que no tenemos razón y menos que no los compruebe porque ese día se desmorona nuestro mundo como se desmoronó el imperio azteca).
La voluntad sigue la verdad que le muestra la razón. Creo que ahora no hay ninguna verdad válida en el aire. Nuestra voluntad puede también ser engaña con esas pequeñas verdades que se llaman consumismo, o por la gran industria de las drogas, o por la grandísima industria cultural. (La última la componen los medios de comunicación masiva) pero esto ya es tema de otro artículo.
Feliz año; otro más en este largo proceso de querer llegar a alguna parte.