A la memoria de
Joao Carlos Tello Chapoy
Os vemos el cuatro de julio, lanza envalentonado el confuso y contradictorio presidente de Acción Nacional. La humildad no es lo suyo. Ni la brutal derrota en Yucatán, ni los sombríos pronósticos para sus alianzas (todo indica que en por lo menos 9 de 12 gubernaturas están fuera), ni el muy difícil horizonte para el PAN en el 2012, son motivos suficientes para llamarlo a la sensatez. De comparsa del PRD respalda el reclamo por la aprehensión del candidato perredista en Quintana Roo. No le cruza por la cabeza que la indagatoria sale de un procurador del Gobierno panista en plena cruzada contra el narco. En el pacto nacional por cerrarle las puertas, la gran apuesta del régimen, Nava parece muy confundido. ¿Quién lo entiende? Pero hay más.
Ante lo desabrido de las conmemoraciones de los centenarios una ocurrencia llena el espacio de la República: sacar las osamentas de los héroes patrios, exhibirlas y someterlas a estudios de autenticidad. ¿Pero qué necesidad? ¿Y si los resultados no cuadran? Como escribiera Cuauhtémoc Cárdenas en estas planas, no sería mejor dejar de "lado la farándula, el oportunismo y la frivolidad". De los legisladores ni hablar: 138 intervenciones de Fernández Noroña son récord y retrato. Pero en estos días ese poder en apariencia descansa. Por lo visto no hay urgencia. Ni pendientes. México va viento en popa. Para qué convocar a un período extraordinario. El problema es que mientras nos mantenemos entretenidos con los dimes y diretes de los dirigentes partidarios y con el desfile de los huesos, el mundo se sigue moviendo.
Hace unos días fue liberado el conocido Índice de Libertad Económica elaborado por Fraser Institute con sede en Vancouver. La premisa del ejercicio es contundente: las naciones que son económicamente libres obtienen mejores resultados en bienestar. En pocas palabras, donde hay libertad económica hay menos pobreza. Las diferencias son diametrales, de 9,105 dólares de ingreso per cápita promedio en los países del quintil superior del Índice a 896 dólares en la parte inferior. O sea que para paliar el hambre se necesita más libertad económica, por eso es importante medirla y medirse. Los ejes de la investigación son la libertad personal para decidir, para optar; el grado de libertad para el intercambio voluntario; la libertad de competencia y la seguridad sobre los bienes.
El Índice se ha convertido en un referente muy importante que muestra la solidez de los países en un mundo global. Los grandes tomadores de decisiones recurren a este tipo de estudios para decidir los destinos de miles de millones de dólares y con ellos la creación de empleos y el bienestar de millones de seres humanos. El Índice mide el grado de libertad en varias áreas: 1.-tamaño de gobierno, gasto, impuestos y empresas; 2.- estructura jurídica y derechos de propiedad; 3.- acceso a una moneda sana; 4.- libertad de comercio internacional y 5.-regulación crediticia, laboral y de la empresa. El estudio cubre hoy a más de 140 países, pero la serie nació en 1980 con 103 países. Por ello se ha convertido quizá en el más amplio registro diacrónico, dinámico, de las transformaciones mundiales provocadas por la globalización. El mundo se mueve y muy rápido: de 1980 a 2007, 92 países registraron una mejora y sólo 11 una disminución. Las cifras no dejan duda del rumbo que el mundo está siguiendo. Queda claro que quien no se mueve, retrocede en términos relativos.
Después de irresponsables mandatos de Echeverría y López Portillo, nuestra calificación era alrededor de 5 sobre 10. Llegó la inevitable crisis y las reformas y con las gestiones de Salinas y Zedillo México mejoró y llegamos a 6.5. Pero a partir de 2000 no hay avances significativos. Estamos estacionados desde hace tres años en 6.8. Somos "moderadamente libres", Aristóteles volvería a su tumba con la definición, es la modernidad. No nos movemos y por lo tanto no hay avance. Pero el mundo sí se mueve y rápido. Resultado, hemos caído 10 sitiales y ahora estamos en el lugar 68 de 141.
El Índice es claro, señala áreas sólidas y otras con problemas severos. En las primeras destacan apertura comercial con 9.37; mercado crediticio, 9.11; política monetaria, gracias a la actuación del Banco de México, 8.02. Vamos a los problemas: regulación de la actividad empresarial, 5.16, reprobada; estructura jurídica y garantía de derechos de propiedad, 5.32, reprobada; regulaciones del mercado de trabajo, 5.56, reprobada. Allí está la radiografía que coincide con las propuestas que se han hecho para mover al país, comenzando por la reforma laboral, la fiscal y justicia. Pero claro, habrá quien diga que el Instituto Fraser pertenece a las derechas, que el Índice promueve la privatización en beneficio de los grandes consorcios, que México tiene su propia ruta, etc. Mejor olvidamos el 6.8, la miseria y le seguimos con los retos para el 12, los huesos y ahora el futbol.