¿Gobierno?. El presidente Barak Obama busca que lo vean como el mismo político de oposición. AP
Ante la posibilidad de que los republicanos tengan grandes triunfos en las elecciones legislativas de noviembre, el presidente Barack Obama ha enviado a los votantes mensajes encontrados.
El presidente señaló que ve oportunidades para trabajar con el Partido Republicano después del día de las elecciones, pero advirtió que Washington podría ser consumido por una parálisis total si la oposición toma el control.
Se trata de una estrategia basada en la necesidad de que los votantes lo vean como el mismo político que compitió por llegar a la Casa Blanca con la promesa de una nueva era de bipartidismo. Pero al mismo tiempo Obama busca proyectarse como un político que reúne a su base para tratar de impedir victorias arrasadoras de los republicanos en las elecciones intermedias del 2 de noviembre. Durante una reunión con jóvenes Obama dijo que hay buenas ideas del Partido Republicano, y algunos asuntos en los que ve una oportunidad para trabajar con legisladores republicanos.
"Mi esperanza es que en momentos en que miramos hacia el futuro, por ejemplo sobre educación o sobre energía, que son algunas de las cosas en las que aún tenemos pendientes, vamos a tener un mayor espíritu de cooperación después de esta próxima elección", señaló Obama. Justo dos días después, en un acto de recaudación de fondos privada cerca de Boston, Obama advirtió que las posibilidades de cooperación bipartidista serían escasas si los republicanos manejan el Congreso. Indicó que sería casi imposible para él hacer avanzar algunos asuntos importantes, como los de energía renovable y educación, o lograr muchas de sus metas en política exterior.
"Ninguno de estos asuntos podrá avanzar de manera importante sin no tenemos un fuerte Senado demócrata", subrayó Obama.
El mensaje del mandatario fue aun más fatídico en otro acto de recaudación de fondos reciente del Comité Nacional Demócrata, cuando pronosticó que un liderazgo del partido republicano en el Congreso crearía un impasse entre la Casa Blanca y el Capitolio. "Incluso podríamos retroceder", enfatizó.
Varios funcionarios de la Casa Blanca han dicho que no hay nada inconsistente en las declaraciones de Obama. El asesor David Axelrod dijo que Obama quiere trabajar con los republicanos, pero su experiencia en la primera mitad de su gobierno lo hacer ser "un poco pesimista"; y agregó que es importante que los votantes comprendan el potencial de paralización que existe si los republicanos toman el control del Congreso.
