Entorno. Aun hasta nuestros días, persisten las condiciones de pobreza en la mayor parte de la población, mientras que la riqueza se distribuye en sólo 'unos cuantos'.
Las condiciones sociales actuales no son tan distintas de las que originaron los dos movimientos más importantes de la historia de México; la pobreza y la desigualdad persisten hasta nuestros días por lo que hay quienes sostienen que el país no está como para festejos.
José de la Cruz Pacheco, doctor en Historia y miembro del Sistema Nacional de Investigadores y del Instituto de Investigaciones Sociales de la UJED, afirma que se mantienen las condiciones de miseria en la gran mayoría de los mexicanos y, a pesar de ello, no coincide con las versiones de quienes afirman que las condiciones están dadas para un nuevo movimiento social; argumenta que ahora es más la abulia ciudadana.
Dice que para la conmemoración de los 100 años del inicio de la Revolución y los 200 años del inicio de la Independencia de México debió haberse promovido, en vez de festejo, una reflexión profunda en torno a los beneficios, saldos y pendientes de estos movimientos sociales.
¿INDEPENDIENTES?
El investigador sostiene que la Independencia se ha reducido al discurso político, ya que aunque México no es dependiente directo de Estados Unidos o España sí lo es en el ámbito económico. Refiere que la banca es casi toda española, al igual que grandes empresas del sector turístico, "hay una especie de reconquista. El resto son norteamericanas o de otros países. La minería está en manos de las empresas canadienses. ¿En qué ha cambiado nuestro país?", cuestiona.
¿JUSTICIA SOCIAL?
Explica que la versión oficial se ha encargado de satanizar el Porfiriato -que duró 33 años- en que el hubo un desarrollo que no se había registrado desde el siglo XIX, "el país se moderniza y se crea un sistema económico a tono con el mundo y en el que México descolla en términos de la economía y la cultura y se consolidan las bases para la identidad nacional", refiere.
Dice que, en términos sociales, la situación no se polarizó más que en tiempos anteriores manteniendo a ricos y pobres en extremos distantes y a trabajadores del campo y la ciudad en la miseria extrema.
Sostiene que lo que hace la diferencia con relación a nuestros días es la aparición de líderes con ideas libertarias.
El entrevistado alude a que la Revolución se ha difundido como el movimiento que hizo posible la justicia social en nuestro país, se repartieron tierras a los campesinos y se estableció el número de horas de la jornada laboral, además de que se establecieron salarios "dignos", lo cual le parece cuestionable.
Según su opinión, después de la Revolución, los gobiernos se dedicaron a generar una leyenda negra del Porfiriato, "como la época de la tiranía extrema, del despotismo desmedido y en términos sociales de una condición terrible de la sociedad, particularmente de los trabajadores pero ¿qué tanto ha mejorado esta situación?", se pregunta.
Sostiene que los gobiernos se han encargado de evadir las leyes que se construyeron producto de este movimiento. "La Revolución engendró una élite de políticos, de vivales que, en su mayoría, han vivido en nombre de la Revolución, de la justicia social, de la igualdad social (…) Toda una camarilla de demagogos, una clase política que se sustrajo del ámbito productivo, que le dio en la torre al sistema productivo en el país y que vive del erario público (sic)", añade.
En este contexto, lamenta que el ciudadano común no tenga beneficios ni conciencia derivado de la cualidad del mexicano de ser fácilmente manipulable por su condición histórica y racial. "Somos dados a admirar, a idolatrar a los extranjeros, a postrarnos ante ellos (…) esto ha permitido un sistema de manejo por parte del Estado de las grandes masas de acomplejados. Diría Octavio Paz: de huérfanos", cita.
No es optimista de la situación actual. "Quien tiene datos objetivos estima que son alrededor de 75 millones, o sea tres cuartas partes de mexicanos en condición de miseria extrema en nuestro país. Esto es el país de la Revolución Mexicana", refiere.
EL PAPEL DE LA SOCIEDAD
"También creo que tenemos una sociedad ignorante. En Durango la media estatal de educación es primer año de secundaria y eso dudémoslo porque luego se inflan cifras para justificar presupuestos o lucimientos políticos, es una cosa verdaderamente truculenta", sostiene.
Dice que, dado el bajo nivel de instrucción de la población, se privilegian la demagogia y el paternalismo por parte de todos los gobiernos y todos los partidos políticos. "Tenemos una sociedad deliberadamente deformada para manejarla", alude.
Se pronuncia en favor de que la sociedad vuelva a ser actor político ya que en la actualidad "hay más postración, abulia e indiferencia".
Refiere que no hay mucho que festejar, más bien es momento de aprovechar la coyuntura para una reflexión profunda sobre lo que ha sido la sociedad y lo que puede ser. "Que el ciudadano común se atreva", concluye.
"Venimos de muy lejos y de muy abajo": Anda G.
El ex diputado federal por el PRI y actual miembro del Parlamento Ciudadano de México, Cuauhtémoc Anda Gutiérrez, aseguró en su reciente visita a Durango que hay mucho que festejar, "lo primero es que tenemos país, México existe. Pero además tenemos un país enorme, lleno de bellezas, lleno de vida. Y de ser poco más de cinco millones de habitantes ahora somos 110 millones", dijo.
Aunque admitió: "Tenemos muchísimo trabajo por hacer. Hay cosas que no hemos logrado todavía como erradicar el analfabetismo pero hay muchas otras cosas en las que hemos caminado bien".
Mencionó que abatir el rezago educativo es uno de los grandes retos "pero de ese problema que es insignificante a otro que es no tener Patria hay mucha diferencia, no teníamos nada", añadió.
Refirió que cuando el cura Hidalgo se dirigió la población para arengarla, el 95% de quienes lo escucharon eran analfabetas, mientras que ahora el 92% de los mexicanos saben leer y escribir.
"Venimos de muy lejos y de muy abajo", concluye.
Otros datos:
- Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo y Costilla Gallaga Mandarte era el nombre completo del cura Hidalgo.
- La ceremonia del Grito fue invento de un director de cine que nos vendió la idea en los 40. Hidalgo nunca tocó la campana.
