Integral. Para contrarrestar la violencia escolar, es necesaria la participación de todos los sectores que intervienen en la educación. La atención de los niños debe ser integral para prevenir conflictos.
Al ser la escuela el lugar en el que se reflejan todas las problemáticas sociales que se tienen en la actualidad, debería ser también un espacio dotado de las herramientas necesarias para contribuir en la solución de los problemas.
Sin embargo, en estos espacios no se cuenta con especialistas como médicos, psicólogos o trabajadores sociales y los maestros requieren mayor capacitación para atender las problemáticas actuales que rebasan su labor académica.
En un recorrido hecho por El Siglo de Durango en varias primarias de la ciudad, se pudo constatar que, en la mayoría de las instituciones, hay personal consciente de su responsabilidad docente, pero requieren ayuda para la solución de problemas específicos. Se entrevistó a Directoras y personal docente, quienes solicitaron el anonimato.
En uno de los casos, la encargada del plantel mencionó que es necesario contar con un médico en cada escuela. "Diariamente tengo aquí en la Dirección no uno sino varios niños enfermos y el problema del que más se quejan es del estómago, porque no desayunan o porque su mamá les dio como almuerzo una dona o unas papitas. Yo no puedo administrarles ningún medicamento porque a veces son niños que están en algún tratamiento y lo único que les puedo dar es un té", mencionó. Tampoco es posible llevarlos a un Hospital porque los casos son muy frecuentes y se descuidan otras actividades que tienen que ver con lo académico.
Aseguró que cuando los menores no han almorzado hay ocasiones en que, incluso, los maestros cooperan para comprarles algo y evitar que estudien con el estómago vacío.
En otra institución se externó la necesidad de contar con un psicólogo para prevenir problemas de violencia escolar como el suscitado en la primaria Justo Sierra, en donde como es del conocimiento público, hubo un intento de violación.
Se mencionó que, aunque hay un equipo de Educación Especial, es para las 10 escuelas de la zona por lo que no hay cobertura completa. Estos equipos cuentan con una persona de trabajo social, una de terapia de lenguaje y una psicóloga, pero no hay atención completa: "en realidad no es suficiente, el servicio que nosotros recibimos de ellos solamente es con algunas entrevistas con los padres pero no le dan seguimiento al caso. El servicio no es completo porque además, ellos sólo atienden a los niños que tienen necesidades educativas especiales, problemas por alguna discapacidad o problemas de aprendizaje severo".
Y agregó: "Si el niño presenta mala conducta por algún problema en su casa, ellos no lo atienden. Es el maestro de grupo el que, en realidad, debe hacer todo".
Por su parte, Pedro Ortega Robles, supervisor de la zona 20 -a la que pertenece la primaria Justo Sierra- explicó que por parte de las instancias de Salud se proporciona un psicólogo para las diez escuelas que supervisa, pero admitió que se atienden casos de manera muy esporádica.
Refirió que incluso hay ocasiones en que, durante todo el año, a este equipo de Educación Especial no se le canaliza ningún caso porque se considera que no hay situaciones que lo ameriten.
Sin embargo la realidad en las escuelas es otra e incluso la Directora de un plantel de la zona Centro manifestó que, ante la falta de capacitación de los maestros para atender casos fuertes de violencia, se ha planteado en varias reuniones a la Secretaría de Educación la necesidad de que en cada escuela haya un psicólogo o un trabajador social como ocurre en las secundarias; sin embargo no ha habido respuesta. "No los tenemos de planta y no hay en cada escuela. De hecho hay escuelas que ni siquiera tienen a la maestra de apoyo de planta. Van cada semana y se están sólo por tres horas", citó.
LA RESPONSABILIDAD DE LOS PAPÁS
"En la escuela explota lo que está pasando en la casa a pesar de que nos vean como responsables", manifestó una docente, quien dijo que aunque hay maestros que no cumplen con su labor, son mayoría los que sí trabajan con vocación. Admitió que es difícil controlar a los alumnos cuando sus papás no participan de manera activa en su formación. "A la escuela le podemos poner mil reglamentos y a los alumnos y maestros también, pero mientras en casa se sigan viviendo problemas de violencia, cuestiones de violaciones, de omisión de cuidados cuando los papás trabajan todo el día, las cosas no van a cambiar", mencionó.
Otra de las Directoras consultadas proporcionó una copia del reglamento interno en el que se especifica que la salida de los alumnos es a la 1:30; pero hay veces que a las tres de la tarde los papás no han ido a recoger a sus hijos.
Hay ocasiones en que los menores se van con niños más grandes que les enseñan de formas no aptas para su edad, además de que ven la televisión y los videojuegos sin supervisión.
En el reglamento también se establece que los padres de familia deben tratar asuntos con los maestros antes de la entrada a clases o a la hora de salida para evitar dejar solos a los grupos.
A la hora del recreo, a cada maestro se le asigna un área para vigilar a los niños. Además no tienen permitido salir del salón más que para ir al baño, según comentó.
"El problema es que los niños llegan aquí con muchos hábitos. Tengo niños a los que sus papás no les ponen atención", citó.
Y es que, refirió, hay actividades que se organizan desde el inicio del ciclo escolar para que los papás pidan permiso con tiempo en sus trabajos, pero hay ocasiones en que no se los dan o simplemente no tienen interés por asistir.
En otra institución -de la que también se cuenta con copia del reglamento interno- se contemplan aspectos como el bullying y una sanción de tres días para quien acumule tres reportes enviados a sus padres.
Se advierte: "Se tomarán las medidas correspondientes para aquellos alumnos y alumnas que presenten acoso escolar hacia compañeros: agresiones físicas o verbales, insultos, falta de respeto, discriminación, bullying o desorden dentro de la institución".
El problema es que cuando se recurre a la última medida correctiva y suspenden a algún alumno para llamar la atención de los papás, el niño regresa más agresivo luego de haber estado en su ambiente familiar por tres días completos, según su versión.
Narró que hay ocasiones en que los niños se van solos, comen solos y hacen la tarea solos, "eso es de lo más común".
Explicó que también hay ocasiones en que los maestros se sienten maniatados. "Hemos tenido problemas en los que se pelean a la hora del recreo, o en el salón los alumnos se agarran con aquella furia o con aquél coraje; interviene el maestro para separarlos, pero en el forcejeo le deja un dedo marcado en el hombro. Luego el niño dice que lo golpeó el maestro para no admitir que se peleó", ejemplificó. Por ello, hay ocasiones en que los maestros prefieren no intervenir para evitarse problemas legales o conflictos incluso con Derechos Humanos por lo que optan por la sanción por la pelea que se registró en su grupo en vez de separarlos.
Otra Directora dijo que hay ocasiones en que los papás ven a la escuela como un escaparate, ya que, según comentó, algunos les han dicho que ya quieren que se acaben las vacaciones porque "ya no los aguantan en sus casas".
EL ORIGEN
Una de las Directoras entrevistadas consideró que los problemas de violencia en las escuelas no surgen de la noche a la mañana ya que hay indicios que, desde que se detectan, se tienen que ir atendiendo. "El maestro tuvo que haber detectado que había agresión hacia el alumno", dijo al hacer referencia al caso de la primaria Justo Sierra que consternó no sólo a la comunidad escolar sino a la sociedad en general. "Las agresiones van creciendo, no van de cero a diez. Esto es progresivo. El alumno empieza con un empujón, luego un pellizco, luego te manoteo y después me abalanzo sobre ti", agregó. Aseguró que, en el caso de la escuela que tiene a su cargo, desde los primeros indicios de agresividad se levantan los reportes correspondientes, dirigidos a la Dirección y se habla con la supervisora de la zona. Pero admitió que no hay mayor seguimiento. "Vamos a ser sinceros, la SEP no nos ha girado ni nos tiene ninguna indicación al respecto", refirió. Dijo que es frecuente que se registren este tipo de agresiones entre los menores pero admitió que no se puede hacer mucho. "Nosotros sabemos que podemos hacer un reglamento pero la SEP para los únicos que tiene reglamentos es para los trabajadores, pero no hay legislación acerca de este tipo de situaciones en donde se involucre a los padres", agregó.
Las personas entrevistadas coincidieron en la solicitud a los padres de familia de un mayor compromiso, "queremos escuelas de calidad pero también necesitamos padres de calidad. Que las condiciones sean óptimas en la casa para que el alumno logre un desempeño óptimo en la escuela", se dijo.
Y es que, sostuvieron que si los problemas de violencia fueran a consecuencia del ambiente escolar, todos los alumnos serían violentos, pero no es así.
"A nosotros nos exigen que no les demos comida chatarra pero salen y el papá les compra los churritos y papitas", se mencionó como ejemplo.
Admitieron que es obligación de los docentes no abandonar el salón de clases bajo ninguna circunstancia pero pidieron ayuda para atender los problemas que se registran en la actualidad.
Incluso, coincidieron en la necesidad de implementar medidas como las "Escuelas de Tiempo Completo" para que los menores permanezcan más tiempo en el plantel; que ahí coman y realicen actividades recreativas. Pero para ello, se requiere de un gran presupuesto.
Otro de los aspectos en los que coincidieron fue en la necesidad de una mayor capacitación para que los docentes sepan qué hacer en caso de violencia escolar.
INTEGRAL
No sería justo dejar toda la responsabilidad a los papás en este tema, sobre todo porque, en estos tiempos y por necesidad, muchos tienen que salir a buscar el sustento diario y se ven orillados a dejar solos a sus hijos por largos espacios de tiempo. Además de que en muchas empresas no hay flexibilidad para los aspectos familiares y también influye el entorno en el que se vive.
Pedro Ortega Robles, supervisor de la zona escolar número 20, manifestó que es responsabilidad de las autoridades brindar las condiciones necesarias para que, sobre todo en las colonias de la periferia, los alumnos se desarrollen en un ambiente adecuado. "Lo razonable sería, con todo respeto para nuestras autoridades, (...) que nos hablan de transformación en pavimentación, seguridad, que esto se aplicara en el campo necesario. En la periferia de la ciudad es en donde se necesita el cambio", mencionó. Y es que, dijo que pocas veces se habla del origen de los problemas que generalmente está en las condiciones precarias en las que viven muchas personas.
Manifestó que, en varias colonias hay mucho descuido "vemos que hay drogadicción, prostitución, promiscuidad, madres solteras y familias donde está la madre pero en un momento dado los niños no tienen ni papá ni mamá porque el papá los abandona y la madre también los abandona porque tiene que trabajar y buscar el pan de cada día para sus hijos", refirió.
Dijo que esos problemas se reflejan necesariamente en la educación. "Nosotros sí nos estamos fijando en eso pero nosotros somos profes (sic) y no nos dedicamos a eso, nos dedicamos a lo que es la educación, a enseñar a leer y escribir", agregó.
Pidió a las autoridades que se implementen acciones para detectar de dónde vienen los problemas. "Nosotros damos a conocer los casos más importantes, pero como no tenemos mucho tiempo necesitamos el apoyo de quienes sí andan en eso (...) Por ejemplo los que andan en recorridos cuando hacen política para ocupar un lugar en nuestro Gobierno.
Esas gentes deberían de encargarse de ver cómo está la situación y hacer una lista de los problemas que se tienen y ya cuando están en el poder, contrarrestarlos", añadió. Opinó que, al invertir en estos cambios necesarios habría mucho ahorro en la solución de problemas como los que, en la actualidad, se están presentando.
Necesidades
Directivos de varias primarias coinciden en la necesidad de contar con médicos, psicólogos y trabajadores sociales como en las secundarias.
Participación
Aseguran que en las escuelas hay muchos problemas por omisión de cuidados porque los padres tienen necesidad de trabajar todo el día, lo que origina conflictos posteriores.
Insuficiente
Las supervisiones cuentan con un psicólogo para las diez escuelas que forman una zona escolar por lo que no se pueden abarcar todos los casos que requieren atención.
Integral
Además de una mayor participación de los pad-res, hay quienes opinan que es necesario que las autoridades propicien ambientes saludables.