La temporada de lluvias es complicada para las escuelas ubicadas cerca de ríos, arroyos o en la sierra, ya que la construcción de sus edificios nunca previó condiciones climáticas. El modelo fue el mismo para regiones frías, calurosas y propensas a inundaciones.
Alfredo Valles Mendoza, secretario general de la Sección 12 del SNTE platicó que los edificios que las albergan, muchos de ellos construidos hace bastante tiempo, no se tomó en cuenta ninguna previsión en torno al clima.
Esto incluye el frío del invierno o los vientos de otras temporadas del año, puesto que el modelo para la construcción de las escuelas era único.
No se construyeron escuelas que se adaptaran a las necesidades de las regiones calurosas, frías o lluviosas.
En este sentido, cuando las lluvias son constantes y permanentes hay lugares en donde el acceso se vuelve difícil, sobre todo cuando hay que atravesar arroyos y ríos que crecen.
ZONAS Este tipo de contrariedades se presenta sobre todo en la zona serrana del estado; sin embargo, las comunidades y los maestros, están organizados y cuentan con medidas preventivas para evitar riesgos por los fenómenos climatológicos.
Mencionó que hasta ahora no se han recibido reportes de alguna contingencia severa al interior del estado; sin embargo, están al pendiente.
Consideró que es normal que en algunos casos los padres de familia decidan no enviar a sus hijos a la escuela, por considerar que no es conveniente dada la condición climática, no obstante, siempre existe de forma de reponer las clases perdidas cuando la razón es justa.
Durante la temporada de lluvias de 2008, el agua afectó dos escuelas en el estado.
→ La escuela del poblado Río Chico, que se encuentra en Tepehuanes, perdió mobiliario y equipo de cómputo, además del daño a sus instalaciones.
