Foto: LA I
En su huida de la Segunda Guerra Mundial y con la esperanza de encontrar una nueva vida, llegó a principios de los años 20 a la ciudad de Torreón. Jacobo Elías Zarzar, comerciante proveniente de la ciudad de Belén, en Palestina. En 1943 abrió una tienda de telas, mercería y bisutería en el centro de la ciudad, que hoy debido a la peculiar atención a los clientes que ha dado desde entonces, es conocida como "Sal si puedes".
"Agradezco a Dios el seguir trabajando aquí", dice don Elías Zarzar, actual administrador del negocio, quien desde la una de la tarde está a la entrada sentado en su silla de ruedas, repartiendo estampas con imágenes religiosas a todos sus clientes.
Cuenta con 86 años de edad y hace algunos años sufrió un infarto cerebral que dañó gravemente su salud y le impidió continuar laborando como antes lo hacía. Sin embargo, dice, "yo siempre voy a trabajar aquí hasta el día que me vaya, es mi vida". Sobre las razones de la permanencia de "Sal si puedes" en la ciudad desde hace casi 70 años, su dueño cita como las principales a las condiciones que ofrecía la ciudad cuando el negocio inició, la determinación de su padre y la gran respuesta de la gente.
Bendición
"Dios nos bendijo, y nosotros trabajamos por el amor y el cariño que le tenemos al negocio".
Fue en los inicios de los años 20, que "Mercantil Zarzar", se caracterizaba por contar con una gran variedad de productos, pero sobre todo, con un método de ventas por parte de su dueño, que llamaba la atención de quienes ingresaban a la tienda. Esta forma de vender se inculcó en toda su familia y a sus 8 hijos que actualmente administran el negocio; "crecí en la tienda, viendo a mi papá y cómo vendía", platica Elías.
El "método" consistía en que un cliente debía encontrar lo que buscaba, de lo contrario, se le ofrecía algún producto que pudiera necesitar. "El cliente no se iba hasta que no encontraba lo que buscaba".
