Ingenieros de la petrolera BP Plc trabajan hoy con una enorme cúpula en el fondo del mar, cerca de un pozo petrolero roto en el Golfo de México, para intentar frenar uno de los peores derrames de crudo en la historia de Estados Unidos.
La estructura de unas 100 toneladas pendía sobre el pozo, mientras naves de control remoto preparaban la superficie marina para poder bajarla, informó el Centro de Comando Unido que coordina los esfuerzos contra el derrame.
Una vez que se coloque la caja en la base del pozo, los ingenieros esperan conectarle una tubería en el techo y poder de esa forma canalizar el petróleo hacia arriba a un barco petrolero cercano.
La presión a mil 500 metros de profundidad y la oscuridad hacen la tarea muy complicada, al margen de que es una operación que nunca antes se ha realizado en tales circunstancias y por lo tanto no está garantizada, dijo el jefe ejecutivo de BP, Tony Hayward, a la CN.
La empresa BP también perfora un pozo de alivio alterno para detener la salida de petróleo, pero esa tarea tomará hasta 90 días.
Unos 795 mil litros se derraman diariamente en el Golfo desde que la plataforma Deepwater Horizon explotó el 22 de abril, dejando 11 muertos y desatando una contingencia de contaminación que amenaza las costas de cuatros estados: Louisiana, Alabama, Mississippi y Florida.
Los primeros resultados extraoficiales de las investigaciones apuntan a que una burbuja de metano que se fugó desde el fondo del pozo petrolero habría sido la causa de la explosión.
La plataforma rentada por la compañía británica British Petroleum (BP) registró la explosión el 20 de abril, cuando trabajadores convertían el pozo de exploración a producción.
El percance se produjo, de acuerdo con las investigaciones, mientras los empleados quitaban la presión del pozo de perforación y aplicaban calor para sellarlo.
La reacción química, según los reportes, produjo el calor que desestabilizó el sello, lo que permitió el paso de una burbuja del gas en la tubería y luego la explosión, destacaron medios de comunicación locales.
Hasta el momento el grueso de la enorme mancha de petróleo ha podido ser controlada, gracias a miles de trabajadores y al buen clima en la zona del desastre.
En tanto, se confirmó que se detectaron rastros de petróleo el viernes en una zona de las islas Chandeleur, que forman parte del Refugio Nacional de Vida Salvaje de Breton en Louisiana. Se estima que el crudo podría afectar a 24 refugios de vida silvestre.
Mientras que la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA) extendió 10 días más la zona restringida para la pesca comercial en una área que representa el 4.5 por ciento de aguas federales en el Golfo de México. Antes la zona restringida abarcaba el 3.0 por ciento.