MÉXICO, DF.- No hubo goles, ni pasión y menos Clásico... La mediocridad del América y Guadalajara, consignada previamente en sus puntos, defraudó a la afición capitalina, que aunque no llenó el Azteca, sí llegó a 80 mil gargantas.
"¡Chin... a su m... los dos equipos!", reclamó alguno. Los "¡buus!" fueron el argumento de otros.
Los "miedos eternos" pudieron más que los "odios perpetuos" y el concierto de promesas, juramentos y fanfarronerías de unos y otros quedó para el recuerdo. Ambos clubes refrendaron su medianía y prolongaron su agonía, a cuatro fechas de la conclusión del Apertura 2010.
En unos segundos, el infranqueable Reynoso evitó daño en su marco, aún caído y con todo y antebrazo. En cosa de minutos (6') las Chivas armaron la primera revuelta. La incursión de Omar Arellano y el rechace de Memo Ochoa se combinaron para provocar las primeras emociones en la tribuna multicolor.
Con parados similares, azulcremas y rojiblancos encararon el "juego de juegos". Manuel Lapuente afinó su línea defensiva con Rojas, Topo Valenzuela, Mosquera y Layún; agregó dos recuperadores eficientes, Rosinei y Pardo, además de que movió a Rolfi Montenegro como volante por derecha, en lugar del lesionado Ángel Reyna, y en el extremo opuesto a Vicente Sánchez. Vuoso quedó solitario en punta, ocupando Daniel Márquez una posición más de sacrificio.
Del lado tapatío, Esparza, Reynoso, Magallón y Ponce dibujaron la zaga; Araujo y Enríquez coparon la contención; "Venado" y Fabián caracolearon en las bandas; y "Bofo" se instaló detrás de Arellano.
La acción de Vuoso, en el minuto 10, al bajar un centro que encontró el remate de Márquez y la salvada de Michel, quedó para la polémica con un apretado off side. Y al 26', la insistencia amarilla fue desaprovechada, esta vez por Vicente de frente a la meta del Rebaño.
Una más, al 30', en la que Michel, con la colaboración del travesaño, evitó en dos tiempos que Vuoso se manifestara.
La más clara de los visitantes fue desperdiciada por Enríquez, quien se llevó a Mosquera, mas no supo qué hacer frente a Ochoa y la falló.
En el complemento, Vicente Sánchez hizo un doble recorte y entregó después a Michel (50'); luego hubo un bombazo de Báez que escupió Memo y no supo capitalizar Fabián en el rebote.
En tanto, el "Bofo" le hacía un desaire a su técnico, al no darle la mano cuando salió para permitir el ingreso a Xavi Báez.
Los remordimientos mataron al Clásico. No, ninguno fue mejor, porque el Clásico de este domingo no existió.
Decepcionados y enojados
Luego que el clásico de clásicos del futbol mexicano entre América y Guadalajara terminó con insípido empate 0-0, los aficionados de ambos conjuntos abandonaron el Estadio Azteca decepcionados y enojados.
Los seguidores azulcremas y rojiblancos abuchearon sin cesar a los 22 jugadores en el terreno de juego una vez que el silbante Francisco Chacón concluyó el partido.
Al término del cotejo, varios aficionados, en una muestra de enojo, arrojaron diversos objetos al interior del inmueble al ver la poca productividad de las ofensivas de los dos cuadros.
80MIL
Aficionados se dieron cita en el Estadio Azteca para llevarse una decepción en el clásico nacional.
Los dos equipos más populares del futbol mexicano decepcionaron e hirieron en lo más profundo a sus seguidores, al empatar sin goles. (Jam Media)