Exportaciones. La economía mexicana está sujeta a la demanda de la economía de Estados Unidos.
MÉXICO, DF . - Ante la mejora de las perspectivas de la economía de Estados Unidos, el Producto Interno Bruto de México podría crecer 4.1 por ciento en el 2011, con una inflación de 3.6 por ciento, estima Sergio Martín, economista en jefe para México de HSBC.
En un estudio explica que la economía de Estados Unidos sigue siendo la principal fuente de crecimiento de la actividad económica mexicana.
Tras los anuncios fiscales recientes, ahora se pronostica que la economía estadounidense crecerá un 3.4 por ciento en 2011, una cifra superior al 2.8 por ciento anterior.
Sin embargo, dice, el beneficio de este crecimiento adicional en EU será marginal para la economía mexicana, ya que se basa principalmente en aumento del consumo, no tanto en el sector industrial, que sigue siendo el fundamental vínculo entre el gigante del norte y la economía de México.
La dinámica de la economía del país se irá moderando, luego de avanzar 5.1 por ciento en 2010, por un efecto base positivo, con el apoyo de una rápida recuperación de la producción industrial de Estados Unidos y una ligera mejora de la demanda interna, pero todos estos elementos se debilitarán el año siguiente, alerta.
El equipo de análisis de la institución financiera prevé que la producción industrial perderá dinamismo, al pasar de una tasa por encima de 5 por ciento a cerca de 3.6 por ciento.
Además, la demanda interna local puede mantener un lento ritmo de recuperación en la parte posterior de la mejora de confianza de los consumidores, como resultado de una menor tasa de desempleo, los salarios reales ligeramente más altos, y menos restricciones en los estándares de crédito.
Según el experto de HSBC, se mantiene una perspectiva optimista para las exportaciones, petróleo y no petroleras, los cuales deben seguir siendo una fuerza positiva del crecimiento económico.
Los altos precios del petróleo siguen siendo el principal motor de las exportaciones, además se espera que los niveles de producción se mantengan estables.
Las exportaciones no petroleras deben recibir el apoyo de los costos laborales por la competencia a un tipo de cambio relativamente débil y los bajos salarios.
