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Estudia la 'transición fallida'

ENTREVISTA A SERGIO AGUAYO, POLITÓLOGO DEL COLEGIO DE MÉXICO

Estudia la 'transición fallida'

Estudia la 'transición fallida'

JAVIER GARZA RAMOS

Todo empezó con las lágrimas de Marta Sahagún.

Sergio Aguayo lleva la mayor parte de la última década documentando la transición de México a la democracia. Pensó que iba a ser un trabajo simple, "que me iba a tardar un mes en escribir un libro". Pero el libro produjo otro y siete años después de haber arrancado, su trabajo apenas va a ver la luz.

La conclusión del politólogo del Colegio de México y promotor de organismos de participación ciudadana es que la transición democrática en México "se frustró". No sólo la transición electoral, afirma, sino también la distribución equitativa del poder.

En la primera década de la alternancia, identifica el surgimiento de grupos de poder que impiden el desarrollo del país: gobernadores, partidos, grandes empresarios, principalmente los que gozan concesiones del Estado, los sindicatos, el crimen organizado.

Antes de dar una conferencia a priistas laguneros sobre la fallida transición democrática, Aguayo conversa con El Siglo de Torreón, donde colabora cada semana, y desmenuza el proceso para documentar la forma en que la democracia se ha truncado.

"Empezó en una cena con Vicente Fox. Él se acercó con intelectuales desde que era gobernador de Guanajuato y luego candidato, nos cortejó de manera deliberada e inteligente. Cuando llega a la Presidencia organiza cenas en Los Pinos y se genera una relación, pero a medida que pasa el sexenio, empezamos a ponernos más críticos, a decirle que estaba capitulando frente al PRI.

"Entonces hubo una cena después de la elección (de diputados federales) de julio de 2003, que fue terrible, nunca había visto algo así, en el nivel de crítica al presidente. Y hay un momento en el cual Marta Sahagún empieza a llorar, se le corren las lágrimas, fue un momento muy fuerte".

A partir de ahí se acabaron las cenas con Fox. "En las elecciones de 2003 el PRI da un avance enorme y le dijimos a Fox, 'no te apoyamos para que estuviéramos tres años después pensando que iba a regresar el PRI'".

Después de esa reunión, Aguayo concibió la idea de escribir un libro sobre "qué le había pasado a la democracia mexicana".

"Yo suponía que me iba a llevar un mes escribir un libro así, pero a medida que pasa el tiempo me di cuenta que estaba metido en un tema monumental", dice. No fue suficiente enfocarse en la transición a partir de la victoria de Vicente Fox y la salida del PRI de Los Pinos en 2000, sino que tuvo que remontarse hasta la elección de 1910, "cuando la Revolución surge de un fraude electoral".

Entonces empieza una labor de documentación de fraudes electorales y de movimientos político y sociales que transformarían el país hasta permitir la alternancia en el 2000. Del libro original, que analiza las fallas de la transición democrática, surgió otro con toda la historia documentada.

La primer obra, "Vuelta en U", saldrá a circulación a mediados de octubre. La segunda, "Transformación Mexicana. Una Historia Documental. 1910-2010", con 700 páginas y 15 mil documentos en un disco compacto, saldrá a fines de ese mes.

Mientras hacía la investigación, se atravesó la elección de 2006 y el conflicto post-electoral entre Felipe Calderón y Andrés Manuel López Obrador le dio más claves para entender qué había pasado con la democracia mexicana.

"Veo cómo se distribuyó el poder durante el sexenio de Fox, y encuentro que la elección de 2006 era inevitable, el conflicto era inevitable", dice.

Todos los actores que brincaron después del presidencialismo priista se metieron en la elección.

Exactamente. El gran brinco se da desde Ernesto Zedillo. La transferencia de dinero federal a los estados brinca en 1995. La transferencia de dinero a los partidos se quintuplica en la reforma electoral de 1996. 96. En los sindicatos hay una perversión de la democracia. Elba Esther Gordillo crea un aparato electoral sofisticadísimo.

Cuando estos grupos de poder se insertan en la elección 2006, ¿también era inevitable la alianza de Calderón con Elba Esther?

Era inevitable por la forma en que configuraron las fuerzas, Calderón incorpora el apoyo de grupos que se suman. Pero la conclusión es que estamos ante una crisis estructural de la democracia, no ante un problema de credibilidad de las elecciones.

La transición electoral se frustró y la transición par la redistribución equitativa del poder también se frustra porque el poder se reparte de manera desigual.

Ahí entran los demás actores.

El poder político se redistribuye a través de los presupuestos, en el gobierno federal y los estados. El poder económico lo acumulan los grandes concesionarios. El poder coercitivo se resquebraja y el crimen organizado lo toma y se dispara la portación ilegal de armas.

El poder de la información que es el único en el que se beneficia la sociedad, a través de más transparencia.

Aquí es donde se puede dar un cambio, porque los grandes cambios se dan cuando hay una unidad entre intelectuales, medios de comunicación, organizaciones sociales, porque la sociedad negocia con los políticos.

¿Estamos ahora en uno de esos momentos?

De aquí al 2012 es el momento ideal, es cuando se puede avanzar y sentar las reglas para una redistribución de poder.

¿Pero se puede cuando los intereses están tan fragmentados?

Una de las ventajas es que está tan desagregado el poder que se puede negociar con diferentes sectores. La fuerza de la sociedad es la información y con eso se puede negociar.

Y como hay una competencia mayor entre los grupos de poder, hay una mayor capacidad de negociación.

 GUERRA DESPIADADA

Aguayo asegura que la clave es saber usar las instituciones como palancas, porque los grupos de poder no van a ceder, y que la sociedad debe formar coaliciones para defender lo ya logrado.

"Claro que las reglas son diferentes. Nosotros no entendimos a tiempo que habían cambiado las reglas. Apenas entendemos que esta es una guerra despiadada en la cual los grupos de poder no van a regalar absolutamente nada. Hay que pelearlo y eso no sólo implica las ideas, sino el uso de medios legales. Es una batalla sin cuartel.

"¿Qué puede hacer la ciudadanía? Hay la necesidad de regresar a las alianzas de la transición de los 80 y 90 cuando se dieron las coaliciones en torno a elecciones libres y confiables. Esa era la gran utopía de 1910, ahora tenemos que hacerlo en torno a la defensa de lo que hemos logrado. De aquí a 2012 hay que prepararse para el regreso del PRI con todo lo que ello supone y defender lo que hemos alcanzado.

¿Regresa el PRI de antes?

Vean sus métodos actuales. Los de Enrique Peña Nieto, por ejemplo, si revisas su gobierno no son muy diferentes al PRI de antes. Ahí está una alianza pragmática de grupos de interés, que se expresa en el conflicto de Televisa y Grupo Reforma, que exhibe las alianzas entre los grupos.

 ALIANZAS CONCRETAS

Aguayo observa cambios en algunos sectores, que podrían permitir una redistribución del poder. Las universidades, por un lado, "están muy comprometidas". También observa grupos empresariales, "no Televisa o los más cínicos, sino aquéllos para quienes ya no funciona el sistema".

Dice que estos grupos tienen una reacción "porque aunque están ganando dinero, los amenaza el crimen organizado y no hay reformas porque la clase política es mediocre y deficiente":

¿Ellos podrían hacer una alianza con grupos sociales?

Hay alianzas en torno a temas muy concretos. El 2006 nos dividió profundamente y tuvieron que pasar cuatro años para encontrar temas comunes. Por ejemplo, la competitividad, la corrupción, la calidad de educación.

No estamos indefensos. Claro, es mucho más complejo y difícil que en el pasado cuando el PRI era el culpable de todos los males. Antes era muy sencillo, ahora es más complejo porque requiere un ejercicio intelectual más sofisticado porque ya no vas sobre una idea. Si queremos que haya un cambio, no nos lo van a regalar.

Por ejemplo, un gran logro de los medios impresos fue la Declaración de Oaxaca y la Ley de Acceso a la Información, ahí estuvo El Siglo. Hubo un consenso muy poderoso que logró la movilización del Ejecutivo y el Legislativo para sacar esa reforma.

Pero la capitulación de Fox nos desconcertó a todos y vino una etapa de atomización que se agravó por la polarización causada por Fox y López Obrador.

¿Fox capituló por necesidad?

Por falta de personalidad y falta de carácter. Cuando escarbas al personaje, está hueco, no tenía sustento. Calderón es muy superficial, es muy inseguro, está acorralado, se le ve un gabinete mediocre.

Es una capitulación subrepticia y cuando nos dimos cuenta hubo gran desconcierto. Nos metimos a una discusión entre Calderón y López Obrador, cuando el tema era el de la crisis estructural. Hubo una pérdida de la brújula en la generación de ideas.

Pero ahora se ha recuperado, entra una generación de académicos jóvenes impresionante en todo el país, que está generando una cantidad de información, ideas, instituciones en todos los órdenes porque hay mucho talento.

 MOTIVOS PARA EL OPTIMISMO

Aguayo plantea un dilema sobre el futuro, "si se vale ser optimista o pesimista". ¿Cuál es la posición correcta? Creo que el momento impone un cierto grado de optimismo fundado en los hechos.

"No es una utopía. Al 80 por ciento de los mexicanos no le interesa la vida pública, entonces tenemos que aumentar el nivel de interés y tenemos que reconocer los instrumentos que tenemos para defendernos. Perderemos ocho batallas de cada diez, pero ganaremos dos.

"No hay ninguna persona providencial ni un partido que nos va a salvar. Tenemos que buscar soluciones en otros terrenos. De acuerdo, la transición se truncó, se desvió. ¿Nos vamos a quedar cruzados de brazos?"

'El dinero pervirtió a los partidos'

Invitado por el PRI a dar una conferencia a Torreón, Sergio Aguayo centró su crítica en los partidos. "Son los principales beneficiarios de la transición en México, pero el dinero los pervirtió y degradó en lugar de transformarlos en organismos sólidos".

Como ejemplo citó el aumento en el financiamiento a los partidos y a los estados, pues de 2000 a 2006 los presupuestos federales aumentaron un 36 por ciento y en los estados fue de 60 por ciento.

"La alternancia no ha beneficiado a los ciudadanos sino a los partidos", señaló Aguayo en la conferencia "México 2010: los retos de la gobernabilidad".

Rumbo a las elecciones de 2010, Aguayo dijo que si bien las encuestas favorecen al gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, "no hay que tomarlas como un pronóstico certero porque en el camino hacia las elecciones presidenciales pasarán muchas cosas".

Dijo que la democracia en México es fallida, pero consideró que es el momento para fortalecer los movimientos ciudadanos, sin importar la causa que abanderen: medio ambiente, salud, derechos humanos, entre otros.

"En los próximos años las exigencias ciudadanas deben multiplicarse y me parece que así se está dando en diferentes partes de México, espero que la Comarca Lagunera no sea la excepción".

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Escrito en: Democracia mexico

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