Dura decisión. Un ciudadano típico de Oklahoma utiliza una lupa para decidir sobre algunas leyes, además se debate en la elección de dos mujeres para gobernadora de su estado.
Estados Unidos se dejó arrastrar ayer hacia la derecha por la fuerza pendular de unas elecciones de medio término que han puesto fin a la mayoría de los demócratas en la Cámara de Representantes y han impulsado las victorias de candidatos republicanos al Senado que deben su lealtad al movimiento ultraconservador del Tea Party que ayer mismo anunciaban su intención de frenar la agenda del cambio del presidente Barack Obama.
Los triunfos de los candidatos republicanos al Senado, Rand Paul en Kentucky y Marco Rubio en Florida, inauguraron la racha de victorias anunciadas desde la víspera por un Partido Republicano que ha sabido sacar ventaja de la zozobra y la frustración que aqueja a millones de ciudadanos castigados por la recesión y por un índice de desempleo (9.6%) no visto en los últimos 26 años.
Irónicamente, la victoria de los republicanos ha sido posible gracias al elevado grado de rechazo de los ciudadanos (73%) hacia el papel desempeñado por el Congreso en los primeros dos años de la era Obama.
Entre los vencedores republicanos se incluyen los nombres del senador por Arizona y ex candidato presidencial, John McCain -quien logró reelegirse tras una campaña en la que apostó por la agenda antiinmigrante-; Dan Coats en Indiana; John Boozman en Arkansas; Rob Portman en Ohio; Ron Johnson en Wisconsin y John Hoeven en Dakota del Norte.
La victoria de todos ellos contrastaba con la fallida candidatura de otra de las favoritas del Tea Party, Christine O'Donnell, quien sucumbió a manos de su contendiente demócrata, Christopher Coon, en la carrera senatorial por Delaware.
EL TRIUNFO DEL TÉ
El Partido Republicano arrebató ayer el control de la Cámara de Representantes a los demócratas al conseguir al menos los 39 escaños que necesitaba para hacerse con la mayoría, según las proyecciones de los medios de comunicación de Estados Unidos.
La Cámara Baja llevaba en manos de los demócratas desde las elecciones legislativas de 2006, cuando recuperaron el control tras doce años de mandato republicano, y lo mantuvieron en 2008.
La cadena de televisión NBC prevé que los conservadores se hagan con 237 escaños y los demócratas con 198, en una proyección que tiene un margen de error de 13 escaños.
ESTADOS CON IGUAL TENDENCIA
Por su parte, los republicanos le arrebataron a los demócratas el Gobierno de Michigan, Tenesí, Kansas y Oklahoma, además de que esperaban muchas otras victorias en una jornada en la que se decidió dos terceras partes de los gobiernos estatales.
A pesar de esto hubo algunos puntos destacados para los demócratas que superaron los pronósticos adversos. En Nueva York, el demócrata Andrew Cuomo venció al republicano Carl Paladino para ocupar el mismo puesto que su padre, Mario, tuvo hace 20 años.
Por su parte, los gobernadores demócratas de Nueva Hampshire y Arkansas superaron a los republicanos, pero el partido se temía derrotas en otras contiendas.
En una contienda muy importante en la que ambos partidos gastaron millones, el gobernador republicano de Texas Rick Perry, que ya ha tenido el puesto por 10 años, derrotó al demócrata Bill White, ex alcalde de Houston. Perry, que sobrevivió a las duras elecciones primarias de su partido, se había aliado con el ala del Partido Republicano a la que pertenece Sarah Palin, ex gobernadora de Alaska.
