Estados Unidos decidió suspender con efecto inmediato las adopciones de niños nepaleses que figuran como abandonados, debido a preocupaciones sobre documentos de adopción "poco fiables", indicó hoy el Departamento de Estado.
En un comunicado conjunto con la Oficina de Servicios de Inmigración y Ciudadanía (USCIS), el Departamento de Estado estadounidense anunció su decisión de "suspender la adjudicación de nuevas peticiones de adopción y emisiones de visados para los niños que se describa como abandonados en Nepal".
El Departamento de Estado basó la decisión en sus "recientes esfuerzos" para investigar numerosos casos de abandono, "incluyendo visitas a orfanatos y oficinas policiales", que, según la agencia, demostraron que los documentos presentados para describir y justificar el abandono de niños en Nepal "no son fiables".
"Debido a este hecho y a la situación general de no cooperación e incluso impedimento de las investigaciones, el Gobierno de Estados Unidos ya no puede determinar si un niño documentado como abandonado puede considerarse huérfano", dice el comunicado.
El efecto de la suspensión de las adopciones será inmediato, pero el Departamento de Estado considerará las peticiones de adopción que ya estén en curso mediante una revisión caso por caso, según el texto.
El comunicado cita un caso en el que los padres biológicos de un niño estaban "buscando activamente" al pequeño, que se encontraba en proceso de adopción por parte de una familia estadounidense.
Además, señala que "todos los otros países que estaban procesando casos de adopción de Nepal" han dejado de aceptar nuevos casos "por la falta de confianza en que los niños presentados como huérfanos cumplieran los requisitos de adopción".
En febrero, varios países, entre ellos España, instaron al Gobierno nepalí a seguir las recomendaciones de una misión de la Conferencia de la Haya para fortalecer su marco legal e impedir las irregularidades en las adopciones internacionales.
El Gobierno nepalí suspendió en 2007 las adopciones por denuncias similares pero, a falta de una prometida nueva ley e ignorando las recomendaciones de la Agencia de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), aprobó en 2008 un nuevo procedimiento que llevó a reanudar las adopciones en enero de 2009.