Europa acogió hoy con satisfacción el anuncio de Cuba de poner en libertad a 52 presos políticos y algunos de sus líderes políticos pidieron que éste sea el primer paso hacia la liberación de todos los disidentes todavía encarcelados.
La Alta Representante para la Política Exterior de la Unión Europea (UE), Catherine Ashton, expresó en un comunicado su satisfacción y pidió que el proceso de diálogo conduzca a "una solución permanente" en la isla.
Asthon apeló a que las liberaciones se lleven a cabo "con rapidez", aunque no aclaró si éstas conducirán a un cambio en la "posición común" de los Veintisiete hacia Cuba.
"La UE apoya activamente el proceso de diálogo en curso y está lista para facilitar la liberación del máximo número de prisioneros políticos", afirmó Ashton, quien también alabó el papel "especialmente importante" desempeñado por el ministro de Asuntos Exteriores de España, Miguel Ángel Moratinos, en las conversaciones.
El gobierno francés calificó el anuncio de "un gesto muy significativo" de las autoridades cubanas, que van "en el sentido de las expectativas francesas y europeas".
"Es una etapa importante para la mejora de los derechos humanos en Cuba", declaró el portavoz del Ministerio de Exteriores en un comunicado, en el que añadió que "Francia espera que el diálogo entablado entre la Iglesia y las autoridades cubanas permita conseguir la liberación de todos los presos políticos".
En término similares se manifestaron los socialistas franceses, quienes expresaron además su deseo de que la liberación sirva de primer paso que debería permitir "otros avances".
Entre estos, el Partido Socialista (PS) citó el fin de la huelga de hambre que mantiene el disidente Guillermo Fariñas, la liberación de otros reclusos de conciencia, el restablecimiento de un diálogo constructivo entre Cuba y la Unión Europea o el fin del embargo a la isla impuesto por Estados Unidos.
En España, el opositor Partido Popular (PP) se sumó a la lista de los que se congratularon de este anuncio, pero, a diferencia de otras formaciones, ésta se limitó a felicitar la gestión de la Iglesia cubana, sin valorar el papel de Moratinos.
El líder del PP, Mariano Rajoy, celebró "las gestiones de la Iglesia católica" pero quiso ser prudente a la espera de que se hagan efectivas las excarcelaciones.
Rajoy recordó que, en cualquier caso, Cuba sigue siendo "una dictadura".
El jefe del PP incidió en que esos presos políticos no van a ser puestos en libertad, sino que "se les destierra a España", de tal manera que "no van a poder andar libremente por las calle" en Cuba.
Representantes de la disidencia cubana en España compartieron el tono de cautela, y aunque celebraron la liberación de sus compatriotas, recalcaron que las señales de apertura del régimen de Raúl Castro "deben ir más allá".
Desde Estados Unidos, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, aplaudió un gesto "positivo" que "ha tardado".
"Creemos que es una señal positiva. Es algo que ha tardado pero de todos modos es muy bienvenido", indicó la secretaria de Estado, quien reveló que el miércoles por la tarde conversó con el ministro español de Asuntos Exteriores sobre el asunto.
Moratinos había asistido a una reunión en capital de la isla entre el presidente cubano, Raúl Castro, y el arzobispo de La Habana, el cardenal Jaime Ortega, tras la cual se anunció la liberación gradual de los presos, la mayor desde que el papa Juan Pablo II visitó Cuba en 1998.
