Una lata de refresco de 330 mililitros proporciona aproximadamente 150 calorías que se añaden a la dieta típica de la población y gradualmente producen un incremento en el peso.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) hace un llamado a la población para que evite las bebidas azucaradas, porque provocan un rápido aumento en los niveles de azúcar en la sangre, por lo que recomienda sustituirla por agua pura.
Las bebidas azucaradas -independientemente de si son jugos o refrescos- suman calorías a la dieta y gradualmente producen un incremento en el peso, explicó José Luis Dávila Flores, delegado en Coahuila de la institución médica.
Estas bebidas pueden ser recomendables para una persona que se encuentra realizando ejercicio o para alguien que registra un descenso súbito en la presión arterial, pero en condiciones regulares.
Esto es, porque lejos de beneficiar perjudican al organismo al considerarse un factor importante para el desarrollo de la obesidad, aunado a que generan un exceso de trabajo para el páncreas.
Las bebidas azucaradas se clasifican como alimentos líquidos de alto índice glucémico porque provocan un aumento rápido en los niveles de azúcar en sangre, y una disminución en la sensibilidad a la insulina, que a la larga puede ser determinante en el incremento del riesgo para desarrollar diabetes.
Una lata de refresco de 330 mililitros proporciona aproximadamente 150 calorías que se añaden a la dieta típica de la población y gradualmente producen un incremento en el peso.
Aunado a que las bebidas gaseosas contienen bicarbonato, su ingesta en exceso puede contribuir a aumentar la excreción de calcio, formando cálculos en los riñones y repletando el calcio de los huesos lo que trae como consecuencia una osteoporosis.