El Papa Benedicto XVI recordó la 'inaudita atrocidad' de los crímenes cometidos por la Alemania nazi, al cumplirse hoy la Jornada de la Memoria por las víctimas del Holocausto en la Segunda Guerra Mundial.
El Papa evocó la 'locura homicida' del régimen instaurado por Adolf Hitler al hablar en alemán durante la audiencia general de los miércoles, que presidió ante varios miles de personas en el Aula Pablo VI del Vaticano.
'El 27 de enero de 1945 se abrieron los portones del campo de concentración nazi de la ciudad polaca de Oswiecim, conocida con el nombre alemán de Auschwitz, y fueron liberados pocos sobrevivientes', apuntó.
'Tal evento y los testimonios de los sobrevivientes -agregó- revelaron al mundo el horror de crímenes de inaudita violencia, cometidos en los campos de exterminio creados por la Alemania nazi'.
Señaló que el Día de la Memoria pretende recordar a todas las víctimas de esos crímenes, especialmente del 'exterminio planificado' de los judíos, y rendir honor a quienes, a riesgo de la propia vida, protegieron a los perseguidos oponiéndose a la 'locura homicida'.
Por ello, con 'ánimo conmovido', el obispo de Roma dirigió su pensamiento a las 'innumerables víctimas de un odio ciego racial y religioso' que sufrieron la deportación, el encarcelamiento y la muerte en aquellos 'lugares aberrantes e inhumanos'.
Además pidió que el recuerdo de tales hechos, en particular del 'drama' del Holocausto que golpeó al pueblo hebreo, suscite cada vez más un convencido respeto a la dignidad de cada persona, para que todos los hombres se perciban una sola gran familia.
'íQue Dios omnipotente ilumine los corazones y las mentes, para que no se repitan más tales tragedias!', clamó.
Durante la audiencia general el Papa también se refirió a la figura de Francisco de Asís, el santo italiano que compuso el 'Cántico de la creaturas', en el cual estableció que, del amor por Cristo, nace el amor hacia las personas y hacia la naturaleza.
Según Jospeh Ratzinger, el mensaje de Francisco permanece vigente sobre todo en los tiempos modernos, en los cuales, indicó, debe considerarse como 'sostenible' sólo un desarrollo que respete la creación y que no dañe el medio ambiente.
Además ponderó que incluso la construcción de una paz sólida está ligada al respeto por la naturaleza, la cual fue entendida por el santo como 'un lenguaje que nos habla de Dios y con el cual podemos hablar de Dios'.
