Armas. El Gobierno exhibió rifles, balas, granadas y componentes para la fabricación de bombas.
BANGKOK, TAILANDIA.- El Gobierno de Tailandia exhibió ayer numerosas armas que decomisó a los manifestantes opositores tras desmantelar su reducto en el Centro de Bangkok, en el epílogo de una crisis política que dejó 85 muertos en los últimos dos meses.
La Policía dijo que detuvo a ocho dirigentes de los opositores "Camisas Rojas", les incautó sus teléfonos y los mantenía separados bajo custodia armada, tras las críticas de que los había tratado con indulgencia.
El Gobierno exhibió rifles, balas, granadas y componentes para la fabricación de bombas para defender su afirmación de que los soldados enfrentaban una grave amenaza y ejercieron un nivel adecuado de fuerza cuando irrumpieron en el principal lugar de la protesta.
Al menos quince personas murieron y 100 resultaron heridas en la ofensiva final contra los opositores, que habían ocupado una zona del centro de la capital durante semanas. Fue la peor violencia política en décadas en el país.
Ante la ofensiva militar, algunos opositores lanzaron granadas e incendiaron edificios importantes, entre ellos la bolsa de valores y el mayor centro comercial del país.
"Los incendios en diversas zonas de Bangkok estaban bien preparados, paso a paso", dijo el portavoz del ejército, coronel Sansern Kaewkamnerd, flanqueado por mesas en las que estaban las armas decomisadas.
Once soldados y policías murieron por la violencia política de los últimos dos meses, dijeron las autoridades.