Marcha. Habitantes de la Ciudad de México se manifiestan en las calles del Centro Histórico del Ángel de la Independencia al Zócalo en demanda de la promulgación de leyes contra el maltrato de los animales. EL UNIVERSAL
En la ciudad de las marchas, la de ayer fue diferente. Cientos, quizá miles de personas, caminaron al grito unánime de una misma consigna, diferente a las trilladas demandas políticas: "¡derechos ya para los animales!", un reclamo repetido una y otra vez, en voz baja, en voz alta, durante el recorrido bajo el intenso rayo del Sol sabatino.
"Somos la voz de quienes no la tienen", rezaba una de las tantas pancartas que desfilaron por el Paseo de la Reforma hasta el Zócalo capitalino.
La caminata, un arrasador afluente vestido de blanco que partió desde el Ángel de la Independencia, se convirtió en un homenaje postmortem y una exigencia de justicia para "Callejerito", aquel perro que fue torturado y asesinado por adolescentes en Tepic. Un caso que conmocionó a la opinión pública, que removió conciencias, que circuló, creció y se multiplicó a través de Facebook y Twitter. Fue la gota que hizo derramar el vaso de protestas contra el maltrato animal.
El grito "Torero, trabaja, la muerte no es ganancia" se sumó al de "¡Callejerito, estamos contigo, tus asesinos merecen castigo!" No se cansaban de repetirlo, de sentirlo. Era y es una causa que movilizó a personas de todas las condiciones socioeconómicas, lo mismo a gente de las Lomas que a muchachos de la UNAM, orgullosos de su Alma Máter, con sus pantalones desgastados y su ropa de estudiantes universitarios.
Las goyas se hicieron presente. Los alumnos de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Máxima Casa de Estudios eran un nutrido grupo de defensores de animales. Incansables. Igual que los integrantes de las múltiples asociaciones a favor de mascotas y de fauna silvestre en peligro. Allí iban AnimaNaturalis, Milagros Caninos y muchas, muchas otras.
"No compres uno de raza, adopta uno sin casa", era un mensaje que caminaba entre la multitud, que se alzaba entre el gentío que vestía playeras con otros tantos mensajes a favor de la misma causa, de la misma exigencia.
Los organizadores, quienes negaron que hubiera un líder, informaron que el objetivo de la movilización fue "presionar al Gobierno de la Ciudad de México para que asuma su responsabilidad y avale las iniciativas propuestas".
Éstas son: una iniciativa de Ley para prohibir animales en circos y espectáculos públicos, una para realizar campañas masivas para esterilizar a 130 mil animales al año, otra para crear el Instituto de Protección Animal del DF, una más para que el maltrato animal sea considerado un delito en el Código Penal, además de exigir que se apruebe el reglamento para la Ley de Protección a los Animales del DF, pendiente desde 2002, y que las asociaciones protectoras se conviertan en los supervisores de las acciones del Gobierno al respecto.
Para ello, al final de la larga caminata, en donde la creatividad para la formulación de consignas nunca se extinguió, los participantes firmaron hojas en apoyo a estas propuestas.
Más de 40 ciudades en el país realizaron movilizaciones a la par de la organizada en la Ciudad de México.