Visita. Mike Feinberg estuvo en Torreón para platicar con profesores del Tecnológico de Monterrey.
Frustrados al ver que sus alumnos, lejos de entrar a la universidad y graduarse, terminaban integrándose a pandillas y acercándose a las drogas, siendo padres muy jóvenes, Dave Lavin y Mike Feinberg buscaron crear una estructura de educación distinta a la tradicional, que motivara a los estudiantes a seguir en la escuela y superarse.
Así surgió el Programa Conocimiento es Poder (KIPP, por sus siglas en inglés). Nació en 1994 y cuenta en la actualidad con 99 planteles en Estados Unidos, con más de 22 mil alumnos que van desde maternal hasta la preparatoria.
El objetivo es que todos los estudiantes terminen la universidad, se gradúen y mejoren su calidad de vida. Feinberg señala que se trata de dar la posibilidad a familias de estratos sociales que no son altos a que alcancen el "sueño americano", que sus hijos tengan mayores oportunidades que ellos, lo cual es posible a través de una mejor educación.
"No hay caminos cortos", es el lema de la educación KIPP. Feinberg explica que, como profesores, no se puede caer en esto, sino que se debe buscar siempre enseñar más, que los alumnos aprendan más, por lo que su sistema consiste en jornadas de diez horas de lunes a viernes -de siete de la mañana a cinco de la tarde-, y cuatro horas los sábados, donde los estudiantes reciben materias tradicionales como español o matemáticas, pero también tienen clases de arte y otros temas, de modo que cuentan con una formación más completa.
"90 por ciento de nuestros estudiantes van a las universidades aunque viven en comunidades muy pobres", manifiesta.
Cuando recién comenzaron, las autoridades educativas en Estados Unidos dijeron que ese modelo de escuela pública no podía aplicarse en ciudades como Washington, Los Ángeles, Chicago, por lo que fue precisamente en estos lugares donde arrancaron el programa, con éxito.
"Eran excusas y no podíamos pasar por ello", recuerda Feinberg, "el día que las excusas terminan es cuando las soluciones comienzan".
Aaron Brenner, director de escuelas primarias de KIPP, dice que hay cinco pilares fundamentales: expectativas altas; concentrarse en resultados; compromiso con los estudiantes y sus familias; y que todos los directivos de KIPP deben buscar profesores líderes.
"Tenemos niños de 5 años hasta 19 en la escuela, hay programas de arte, de música, de deporte, las clases de español son totalmente en español y en las de inglés sólo se habla inglés", comenta. Este modelo, además, apoya a los padres trabajadores, de modo que los alumnos tienen los teléfonos de sus profesores para que puedan resolver sus dudas a cualquier hora del día.
MIKE FEINBERG
Fundador de la educación KIPP en Estados Unidos
